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Una de cada seis personas tuvo una consulta de salud mental en los últimos doce meses

  • La cifra es superior a la medición del año pasado y presenta una diferencia importante entre mujeres y hombres. Además, se continúa observando un alto número de personas que presenta síntomas pero no percibe la necesidad de tratarse.
  • Entre quienes sí sintieron una necesidad de consultar, pero no lo hicieron existe un amplio consenso de que existen barreras de acceso financieras, de agendamiento, cobertura y de horario o transporte. 

El 16,2% de las personas en Chile afirma haber consultado con un profesional de la salud mental en los últimos doce meses, según un nuevo apartado de la décima versión del “Termómetro de Salud Mental en Chile Achs-UC”, elaborado por la Achs y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica. Además, mostró una diferencia profunda entre géneros: la proporción de mujeres que recibieron atención por salud mental fue de 23,5%, mientras que entre los hombres sólo llegó al 8,5%.

Para la jefa de Riesgos Psicosociales de la Achs, Daniela Campos, esta “es una medición pionera en el país al explorar el nivel de satisfacción y percepción de efectividad de los tratamientos en salud mental en la población del país. Una de las tendencias constantes en todas las rondas ha sido la diferencia entre mujeres y hombres en cuanto a las consultas de salud mental”, destacando que este apartado del estudio se está aplicando desde fines de 2022.

De acuerdo con la encuesta, un 11% señaló estar actualmente recibiendo tratamiento psicológico o psiquiátrico y el 13% afirma que le recetaron medicamentos por problemas emocionales, nerviosos o por uso de alcohol/drogas. En ambos casos, las mujeres duplican a los hombres: el 15,9% de ellas está en tratamiento frente al 6,1% de ellos, y el 17,8% toma medicamentos, comparado con el 7,9% de los hombres.

Las barreras para no consultar

La nueva ronda del Termómetro de Salud Mental también brindó información acerca de las múltiples razones para no consultar a pesar de sentir la necesidad de hacerlo. Los encuestados mostraron un consenso casi absoluto al mencionar la “dificultad de acceso” como el principal factor: el 96% dijo no haber consultado por falta de recursos financieros o cobertura o por dificultades de agendamiento, duración, horario o transporte.

Otro elemento importante se relaciona con la confianza y autonomía de las personas, donde el 50,3% menciona que pensó que su problema se mejoraría solo, que no molestaba mucho o querer enfrentarlo por sí mismo.

La alfabetización en salud mental, es decir, contar con los conocimientos sobre dónde ir o a quién consultar, fue otra dificultad relevante: el 37,6% indicó creer que el tratamiento no funcionaría, que demoraría mucho o declaró no saber dónde acudir para agendar una cita. En contraste, solo un 4,8% argumentó que no consultó debido a que en el pasado lo hizo y tuvo una experiencia negativa. 

En el desglose por sintomatología, el 13,5% de quienes fueron detectados con sospecha o presencia de problemas de salud mental sintieron necesidad de tratarse, pero no lo hicieron. La cifra llega a 18% y 19% en los encuestados que presentaron síntomas de depresión y ansiedad, respectivamente, y 14,7% entre quienes presentaron un consumo riesgoso de alcohol.

La Gerenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la Achs, Paulina Calfucoy, explicó que “uno de los desafíos que hemos podido evidenciar con este estudio es continuar normalizando las consultas de salud mental y buscar soluciones a las barreras de entrada que la gente percibe para consultar. Para abordar este desafío es importante formar alianzas público privadas que se enfoquen en facilitar el acceso y desestigmatizar el cuidado de la salud mental. En ese sentido, desde Achs promovemos la prevención y la educación en esta materia”.

Otro resultado de este estudio tiene relación con la cantidad de personas que, a pesar de mostrar sintomatología, no perciben una necesidad de consultar. En ese sentido, el levantamiento arrojó que el 58,3% de personas con sospecha o presencia de problemas de salud mental no sintieron necesidad de consultar, lo que se traduce a un número cercano al 1,4 millón de personas. Entre los encuestados que presentaron síntomas de depresión la cifra es de 47%, equivalente a unas 900 mil personas.

“Estas cifras son elocuentes en evidenciar que una buena parte del problema de salud mental no es abordado por falta de información o educación sobre la materia, aspecto que no ha sido abordado por parte de la política de salud pública del país” indicó David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales.

Efectividad de los tratamientos

El nivel de satisfacción y percepción de efectividad de los tratamientos en salud mental en la población sigue siendo alto. De acuerdo con los resultados, el 86,8% de quienes señalaron haber recibido una atención de salud mental en los últimos doce meses dijeron sentirse “bastante satisfechos, muy, o completamente satisfechos” con la manera en que el profesional con quien consultaron trató el problema. Además, el 76,2% dijo que el tratamiento había hecho que las cosas mejoraran “un poco” y el 53,3%, “bastante” .

En cuanto al cambio emocional de las personas, 67,1% indicó haber estado muy mal o bastante mal emocionalmente al inicio del tratamiento, cifra que bajó en 61 puntos cuando fueron consultadas por su estado emocional actual.

“El amplio reconocimiento de que los tratamientos en salud mental generan cambios emocionales positivos subraya la importancia del acceso a estos servicios y la efectividad percibida de dichas intervenciones. Asimismo, este hallazgo plantea interrogantes sobre el efecto de los distintos componentes de estas intervenciones y destacando la necesidad de evaluar su efecto en el largo plazo” indicó Antonia Errázuriz, académica de la Escuela de Psiquiatría de la Universidad Católica.

Datos sobre el estudio

El “Termómetro de la Salud Mental Achs-UC” es un estudio longitudinal, con una muestra aleatoria de aproximadamente 3.000 individuos desde el año 2020, representativa de la población nacional urbana mayor de 18 años, seleccionada a partir de una muestra representativa de hogares. Se llevó adelante a través de entrevistas telefónicas sobre una muestra de viviendas previamente entrevistadas en persona.

Sus principales indicadores en el ámbito de la salud mental están construidos a partir de metodologías internacionalmente validadas: problemas de salud mental (GHQ-12); síntomas de depresión (PHQ-9); síntomas de ansiedad (GAD-7); exposición a riesgos psicosociales (CoPsoQ); consumo de alcohol (AUDIT-C); insomnio (ISI); soledad percibida (UCLA-R).

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