- La visita, encabezada por el Director de Concesiones, se enmarca en el proceso de licitación del proyecto de Desaladora para la Región de Coquimbo, cuya Recepción de Ofertas Técnicas y Económicas se realizará en julio próximo.
En el marco del proceso de licitación del proyecto de Planta Desaladora para la Región de Coquimbo, llamado a licitación en diciembre pasado, una comitiva encabezada por el Director General de Concesiones, Juan Manuel Sánchez, el Gobernador de Coquimbo Cristóbal Juliá y los seremis MOP de Coquimbo y Atacama, Javier Sandoval y Mauricio Guaita, respectivamente, visitó la Planta Desalinizadora de Atacama, ubicada en Caldera.
La actividad tuvo por objetivo interiorizarse del funcionamiento de la planta de Atacama, respecto al proceso de obtención de agua mediante la desalinización y las experiencias y buenas prácticas en este tipo de procesos.
La Planta en Atacama
La Planta Desalinizadora de Atacama beneficia a más de 210 mil habitantes de las comunas de Chañaral, Caldera, Copiapó y Tierra Amarilla. La planta actualmente produce hasta 450 litros de agua por segundo, pudiendo ampliarse a 1.200 litros para consumo humano.
El Director General de Concesiones, Juan Manuel Sánchez, señaló que “quisimos conocer directamente el funcionamiento de esta planta, ya que tenemos un importante proyecto de desaladora en Coquimbo en proceso de licitación. Es la primera experiencia de este tipo dentro del Sistema de Concesiones de Obras Públicas, por lo que realizar las bases de licitación de este tipo de infraestructura en tiempo récord ha sido todo un desafío”.
La autoridad precisó que el próximo 10 de julio se realizará la Recepción de Ofertas Técnicas y Económicas para el proyecto Planta Desaladora para la Región de Coquimbo y que a la fecha 43 empresas han comprado bases de licitación y requerido información. “Estamos optimistas y esperamos recibir ofertas competitivas para este proyecto, que fue anunciado por el Presidente hace poco más de un año y que busca dar respuesta al problema de escasez hídrica que enfrenta la Región de Coquimbo”.
Por su parte, el SEREMI de Coquimbo, Javier Sandoval señaló que “esta es nuestra segunda visita, siempre se van dilucidando dudas porque es muchísima la información que se acumula de la experiencia de esta planta tan exitosa, que también tiene premio a nivel mundial de eficiencia y de manejo medioambiental. Por ende, para nosotros es un aprendizaje tremendo para poder incorporar a todo el proceso que estamos viviendo. Es importante que hayamos estado distintos actores acá porque es necesario que vayamos conversando en detalle de temas técnicos para ir incorporándolos también a todo nuestro proceso en nuestra región. Una planta desaladora en la región de Coquimbo, en particular en el sector del Panul, es posible, incorporando todos estos aprendizajes, todos los cuidados que deben tenerse y todas las medidas de mitigación”.
Mientras el Gobernador de Coquimbo, Cristobal Juliá, sostuvo que “nos vamos muy esperanzados de poder contar con una planta muy similar a ésta de osmosis inversa en la región de Coquimbo. Una buena experiencia porque en esta planta, a diferencia de lo que fue en Antofagasta, pudimos conocer cada uno de los procesos, lo cual nos da mejores luces de cómo funciona este sistema”.
Planta desaladora para la Región de Coquimbo

La Planta Desaladora para la Región de Coquimbo fue llamada a licitación el pasado 31 de diciembre y considera la construcción y operación de una planta en la zona costera denominada Ensenada de Panul, en Coquimbo, y que beneficiará a 460 mil habitantes de la conurbación de La Serena y Coquimbo, al aportar una nueva fuente de agua en el contexto de la crisis hídrica que afecta a la región.
La obra contempla un presupuesto de UF 8.195.000 (350 millones de dólares aproximadamente) y se espera que la obra inicie su construcción en 2026 para estar operativa en 2029. En materia de empleabilidad se estima que durante la etapa de construcción se genere en torno a mil empleos mensuales. El proyecto considera el diseño de obras para una capacidad total de producción de 1.200 l/s y una producción inicial de 800 l/s. El agua de mar se obtendrá por medio de una captación abierta en profundidad desde donde se impulsará a la planta desaladora, para producir el agua apta para consumo humano y fines multipropósito.
En términos generales, la futura concesión contempla el diseño, construcción, conservación, mantenimiento y operación de las obras. Lo anterior, con el objetivo de reforzar el abastecimiento de agua y reducir la dependencia a las fuentes que existen en la actualidad, aportando de este modo a la sostenibilidad hídrica de la región de Coquimbo.
Cabe recordar que el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto se encuentra desde octubre de 2024 en etapa de evaluación por parte de la autoridad ambiental.