Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 azotó Myanmar durante la madrugada de este viernes, dejando daños de gran envergadura, e incluso el impactante colapso de un edificio en construcción en Bangkok (Tailandia), estructura que se encontraba a más de 1.000 kilómetros de distancia del epicentro del sismo.
El hecho ha generado interrogantes sobre el tipo de estructuras que se construyen estos países del sudeste asiático.
Francisco Hernández, experto en ingeniería estructural y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes (UANDES), comenta que los daños en Bangkok son “bastante peculiares”, considerando la extensa distancia entre la ciudad y el epicentro del movimiento telúrico.
El especialista explica que un primer factor relacionado al colapso tiene que ver con la magnitud del terremoto, la cual generó grandes liberaciones de energía en periodos largos, las que precisamente afectan a edificios altos y no se atenúan tan rápido como el movimiento de alta frecuencia.
Normas de diseño
“El segundo aspecto tiene que ver con las normas de diseño que hay en Tailandia, que no consideran específicamente o tan significativamente el movimiento sísmico, dado que no es exactamente una región sísmica, sino que ha sido de repente afectada por movimientos sísmicos generados en Myanmar, a grandes distancias, pero nunca hayan generado efectos tan grandes”, dice Hernández. “Ahora que tienen edificios más grandes es que empiezan a sentir los efectos más fuertes de estos terremotos lejanos”, agrega.
En ese sentido, el experto menciona que el edificio estaba en construcción, lo que significa que podría haber estado más debilitado en algunas partes. Bajo ese punto, comenta que lo ocurrido en Tailandia es similar a lo sucedido en 1985 en México, “donde hubo un terremoto en la península de Michoacán, y a más de 500 kilómetros de distancia se generaron grandes colapsos de edificios altos en Ciudad de México”.
De este modo, finaliza el especialista, “probablemente lo que ocurrió en Bangkok es que deben tener suelos bastante blandos que amplifican el movimiento sísmico para edificios altos y hacen que justamente terremotos lejanos puedan generar colapso de edificios altos”.