En Chile al menos una mujer muere al día por cáncer cervicouterino. Son aproximadamente 600 mujeres que son diagnosticadas al año con cáncer de cuello de útero o de cuello uterino que también es conocido como CaCu, según indica la Organización Panamericana de la Salud.
Según indican, el 99% de los casos de CaCu, está relacionado con la adquisición del Virus de Papiloma Humano (VPH), el cual se adquiere mayoritariamente mediante las relaciones sexuales sin protección y que altera las células del cuello uterino, que de acuerdo a las diferentes cepas y el sistema inmunológico, deriva en cáncer.
Con el propósito de concientizar sobre la importancia del diagnóstico oportuno, y en el contexto del Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, APROFA, organización que este año cumple 60 años de trabajo en la promoción de la salud sexual y reproductiva en Chile, elaboró una lista con cinco exámenes para la detección temprana y métodos preventivos que son vitales para prevenir el cáncer de cuello uterino.
1. Pap
El Papanicolaou (Pap) debe realizarse desde los 25 años de edad cada tres años según norma ministerial. Sin embargo, la frecuencia o la edad de inicio pueden ajustarse según lo indique su profesional de la salud, teniendo en cuenta sus antecedentes médicos y estilo de vida. Esta prueba permite detectar cambios anormales en las células del cuello uterino, siendo fundamental para detectar tempranamente el cáncer de cuello uterino, por lo que se recomienda hacerlo una vez al año. Es importante considerar también, que existen diversas técnicas para realizar el PAP y cada profesional de salud debe señalar cual es la que más se ajusta a su caso.
2. Examen de VPH
Dado que el cáncer de cuello uterino está estrechamente relacionado con la adquisición del Virus de Papiloma Humano (VPH), se recomienda realizar el examen de VPH o también conocido como genotipificación. Esta prueba permite detectar la presencia del virus ya cual cepa corresponde. Esta información permite evaluar el riesgo de desarrollar cáncer, ya que hay algunas que son más inofensivas que otras.
3. Vacuna por VPH
Al igual que el examen mencionado anteriormente, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) es una herramienta clave para prevenir el cáncer cervicouterino y otros tipos de cáncer genital. En Chile existe un plan de vacunación que entrega la inoculación gratuita a las niñas y niños de cuarto y quinto año básico. Esto debido a que, según estudios y recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), a esta edad el sistema inmune responde mejor a la vacuna y entrega una mayor protección al momento de exponerse al virus. Esta vacuna también puede ser administrada en personas con cuello uterino hasta los 45 años y personas con pene hasta los 26 años. Recordemos que los varones o personas con pene son portadores de este virus y es importante incluirlos en las acciones preventivas del cáncer cervicouterino.
4. Utilizar métodos de barrera

Los métodos de barrera, como los condones de pene o externos y los condones de vagina o internos, son efectivos para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual puede ser una de las causas del desarrollo del cáncer cervicouterino.
5. Controles de salud regulares
Los controles de salud son esenciales y deben realizarse de manera regular por lo menos una vez al año. De esta forma, podrás conocer mejor tu cuerpo y detectar cualquier anomalía que requiera consulta médica. Aunque los controles no previenen el cáncer, sí facilitan la detección temprana, lo que podría permitir un tratamiento oportuno y tener un pronóstico alarmante.
El cáncer cervicouterino o CaCu es una problemática importante en nuestro país, y es fundamental que como sociedad actuemos de manera conjunta para evitar que más mujeres y personas con útero pierdan la vida por su causa, por falta de información o acceso a servicios de salud efectivos.