Un despliegue por aire y por tierra es el que ha marcado el trabajo de Carabineros durante la primera semana del año en las localidades costeras de la región de Coquimbo, a través del denominado Plan Verano, estrategia operativa presentada el pasado 31 de diciembre y que enfoca el trabajo policial en los principales balnearios de la zona.
Y es que a través de patrullajes vehiculares, rondas en bicicleta, recorridos a pie y monitoreo aéreo, la policía uniformada ha marcado una importante presencia en el litorial, lo que se ha traducido en más tranquilidad y seguridad tanto para quienes habitan como para los que visitan los balnearios regionales.
Como resultado de ello, en su primera semana de operatividad, Carabineros concretó 2737 fiscalizaciones, que derivaron en 528 infracciones y quince detenidos, por delitos como agresión, robo de accesorios de vehículo y receptación.
“Estamos realizando un trabajo importante en materia de prevención a través de la cercanía pero sobre todo, de la fiscalización. Esta estrategia, nos ha permitido identificar a siete personas que circulaban por el borde costero, siendo prófugas de la Justicia, lo que se suma a la detención de otros ocho individuos por delitos flagrantes. Estamos hablando de presencia, de profesionalismo y sobre todo, de un compromiso latente con la seguridad de la comunidad”, indicó el Jefe de la Zona de Carabineros Coquimbo, General Juan Muñoz.
El Plan Verano Seguro de Carabineros es una iniciativa policial que lleva más de 30 años de historia, enfocada en realizar una prevención activa en los principales balnearios y zonas lacustres del país, reforzando aquellos sectores donde los chilenos y extranjeros se desplazan durante el verano, para que puedan disfrutar con tranquilidad.
“A través de más carabineros, de más cuarteles y de más vehículos, buscamos entregar más seguridad, sin dejar de lado la esencia de nuestra labor preventiva, que está en los despliegues barriales”, agregó el General Muñoz.
Este año, son más de 1.300 carabineros los que ya están desplegados a nivel nacional para reforzar la seguridad en puntos estratégicos del territorio durante la temporada estival, lo que representa un aumento de 28% respecto del contingente desplegado el verano pasado.
En el caso específico de la región, serán en total más de cien uniformados provenientes de las escuelas formativas de Carabineros los que apoyarán los patrullajes preventivos en el borde costero durante enero y febrero.