La educación sexual integral y el acceso adecuado a métodos anticonceptivos son claves para combatir el aumento de enfermedades de transmisión sexual y seguir disminuyendo las cifras de embarazos no deseados en Chile.
En los últimos años, la salud sexual ha emergido como uno de los principales focos de atención en Chile, especialmente por el aumento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Según las autoridades sanitarias, esta problemática continúa siendo un reto importante para el sistema de salud del país, lo que pone de relieve la necesidad urgente de una mayor educación sexual y el uso de métodos anticonceptivos para evitar consecuencias de salud graves.
Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada, asegura que “la educación sexual debe ser parte fundamental de la formación de los jóvenes. Conocer los métodos anticonceptivos y cómo prevenir las ETS es clave para una vida sexual responsable y saludable”.
El aumento de las ETS en Chile es preocupante. Según datos del Ministerio de Salud, en 2022 se registraron más de 35 mil nuevos casos de sífilis en el país, mientras que los de VIH superaban los cinco mil y los de gonorrea aumentaban en un 25% en los últimos años. Asimismo, de acuerdo al Instituto de Salud Pública (ISP) indica que el 30% de los nuevos diagnósticos de VIH corresponden a personas jóvenes entre los 15 y 29 años, lo que refleja una falta de prevención efectiva en este grupo de edad.
Vale decir, la tasa de notificación de estas enfermedades a nivel nacional, considerando las notificaciones emitidas por VIH/SIDA, sífilis, gonorrea, hepatitis B y C, correspondieron a un total de 70.660 casos, existiendo un predominio de las notificaciones en hombres por sobre mujeres a nivel general. Estas cifras indican que, a pesar de los esfuerzos del gobierno y las campañas de sensibilización, la prevalencia de ETS continúa siendo una preocupación importante.
Condón, el elemento olvidado
Galarce afirma que este aumento de casos obedece a varias causas, partiendo porque “en Chile, la educación sexual integral es escasa y, por lo tanto, no tenemos una juventud informada sobre cómo tener una sexualidad responsable. Y, por otro lado, que este grupo ya no ve al VIH -u otras ETS- como una enfermedad mortal, por lo que la percepción del riesgo se pierde”.
En este sentido, la profesional advierte que, a pesar de que se muestra una baja notoria en las tasas de embarazo adolescente en Chile -gracias a un mayor acceso a estos métodos-, pareciera ser que evitar un embarazo genera mayor preocupación entre los jóvenes. Si bien, las cifras de la Décima Encuesta Nacional de Juventud revelan que el 54%de los jóvenes utilizó condón en su última relación sexual, y esta cifra ha ido en aumento, sería ideal que este porcentaje fuera aún mayor
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, aún existen varios desafíos importantes en el ámbito de la salud sexual en Chile. La falta de educación sexual integral y la persistente desinformación sobre las ETS y sus consecuencias siguen siendo obstáculos para una prevención efectiva.
“Es fundamental educar a las personas sobre cómo se transmiten estas enfermedades, lo que generan en el organismo, enseñarles a usar correctamente el preservativo masculino y femenino – especialmente si se tienen conductas de riesgo- y promover el uso del PREP, que es una herramienta clave para prevenir el VIH”, concluye la doctora.
Si bien Chile ha avanzado en términos de políticas públicas y el acceso a anticonceptivos, los datos muestran que aún queda mucho por hacer en cuanto a la educación y la concientización. Es fundamental que el país redoble sus esfuerzos para garantizar que todos, especialmente los jóvenes, tengan acceso a la información adecuada para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual. Solo así se podrá enfrentar de manera efectiva el desafío de las ETS, protegiendo la salud pública y el bienestar de la población.