Luego de 51 años de servicio en la administración de justicia, el oficial primero del Juzgado de Letras de Vicuña, Rubén Caroca Lazo, se acogió a retiro culminando sus funciones en el tribunal en el que se desempeñó durante toda su carrera.
Oriundo de la comuna de Vicuña donde realizó sus estudios primarios y secundario en la Escuela Superior de Hombres, ingresó al Poder Judicial el 30 de marzo de 1973 como oficial de sala. Luego fue promovido a oficial primero y durante diversas ocasiones se desempeñó en la subrogancia del cargo de secretario del tribunal.
En su extensa trayectoria laboral de la que se retiró a los 76 años, entre otras funciones, estuvo encargado de la cuenta corriente jurisdiccional, custodia de especies y documentos y los gastos del tribunal, donde tuvo que lidiar con los cambios y actualizaciones en la administración de justicia a las que se sumó con empeño.
“A partir del 2000 tuve que actualizar mis conocimientos y aprender computación y trabajar con procesadores de texto y planillas de excel. Fue una época compleja para mí, pasar a la era digital, pero creo que lo hice bien, nunca dejé de aprender, y creo que eso me ayudó mucho hasta el último día que trabajé”, manifestó.
Durante su carrera también se desempeñó en la tramitación de causas criminales y civiles. En especial recuerda su participación en 1990 junto al juez de la época en los interrogatorios de Juan Salvo Zúñiga, conocido como el “Chacal de Alcohuaz”, autor del homicidio de una mujer y sus tres hijos, en la comuna de Paihuano, condenado a pena de muerte en 1992, conmutada posteriormente por el presidente de la República por la de presidio perpetuo.
Asimismo, recuerda su participación en la investigación de la causa por el accidente ferroviario del sector de Gualliguaica de la comuna, ocurrido en 1971. “Fue una tragedia, porque fallecieron 13 personas, y resultaron heridas otras 74. Tomé declaración en varias oportunidades a las personas que estaban siendo investigadas por su participación en los hechos, en calidad de autor, tales como el maquinista, sus ayudantes y el jefe de estación”, señala.
A partir de 1990 se desempeñó, además, como actuario en la tramitación de causas de derechos humanos, correspondiéndole tomar declaraciones a acusados y procesados. Entre los casos emblemáticos en los que participó recuerda la desaparición y muerte en 1974 de Juan Guajardo Pizarro, causa donde fueron condenados en 2017 dos Carabineros en retiro; así también, la causa del homicidio en el sector de Gualliguaica en diciembre de 1973, del matrimonio extranjero de Bernardo Lejderman y María del Rosario Ávalos, donde fueron condenados en 2007 tres funcionarios en retiro del Ejército.
Su extensa carrera fue elogiada por sus colegas y jueces, quienes destacaron su cordialidad y el compromiso en el desempeño de su trabajo y con el servicio público, así como el apoyo prestado a todos quienes se desempeñaron en el tribunal, deseándole el mayor de los éxitos en esta nueva etapa de su vida.
Así lo manifestó la jueza Samantha Blanco, quien trabajó junto a Rubén Caroca. “Se destacó en el ejercicio de sus funciones por el trabajo que realizó de manera abnegada y prolija, don Rubén es de aquellas personas y funcionarios, que por la calidad que entregan en el quehacer judicial, no se olvidan, y que uno espera que se recuerden con el reconocimiento que merece”, concluyó.