Con el cambio de estación las opciones se multiplican y las ganas de consumirlas también, aunque algunos tienden a preocuparse por la cantidad de fructosa o “azúcar natural” que poseen las más dulces.
Los días soleados están a la vuelta de la esquina, y con un mejor clima, llega también una nueva variedad de frutas y verduras. Con colores vibrantes y sabores para todos los gustos, es normal que las incorporemos un poco más a nuestra rutina diaria, obteniendo grandes beneficios.
Las guías del Ministerio de Salud recomiendan consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día para asegurar una adecuada absorción de vitaminas, minerales y fibra, sugiriendo 3 de verduras y 2 de frutas. Pero ¿qué pasa si queremos comer 3, 5 o hasta 7 frutas al día?, ¿podría esto representar un problema por la cantidad de fructosa que poseen las más dulces? La nutricionista del Servicio de Alimentación del Hospital San Pablo de Coquimbo, Camila Castro, explica cómo funciona en este caso el peak glucémico.
“Si bien la fructosa es comúnmente conocida como el ‘azúcar natural’, esta no se comporta de la misma forma que el azúcar. Es decir, no es lo mismo comer 50 gramos de frutillas a 50 gramos de chocolates, ya que este último sí provocará una rápida y alta secreción de insulina, almacenando además este azúcar en forma de grasa. En el caso de las frutas, las porciones van unidas a la fibra, haciendo que la fructosa no se absorba completamente por nuestro organismo. Es por ello que la verdad no hay un número máximo de porciones para consumir al día, sin embargo, hay que revisar cada caso, ya que se pueden hacer recomendaciones individualizadas para cada paciente”, señala la nutricionista.
Existen variadas formas de incorporar frutas a la alimentación: algunas más cómodas para llevar a la oficina, otras más rápidas para consumir antes de hacer deporte o incluso mezcladas en un exquisito tutti frutti, aunque los especialistas suelen tener sus favoritas.
“No se obtienen las mismas propiedades al consumir, por ejemplo, las frutas como jugo en lugar de enteras. Esta última es la más conveniente, ya que conservan toda la fibra, lo que ayuda a la digestión y al control de la glucosa en la sangre. Al preparar jugos naturales, por más cómodos de transportar que sean, se pierde fibra y se concentra el azúcar, lo que puede aumentar rápidamente los niveles en sangre. En el caso de las verduras, también es preferible consumirlas enteras y crudas, o cocidas al vapor, para conservar la mayor cantidad de nutrientes, ya que cocinarlas en exceso puede reducir su contenido de vitaminas y minerales”, agrega la profesional del Hospital de Coquimbo.
¿La reina de las frutas?
La manzana, la cereza, el mango y hasta la piña, todas han sido catalogadas en alguna oportunidad como “la reina de las frutas”. Es que en gustos no hay nada escrito, aunque si hablamos de propiedades, la respuesta de los especialistas es clara y contundente.
“No hay una fruta que se considere superior en todos los aspectos, lo importante es destacar la variedad en la selección para obtener propiedades de los distintos nutrientes. Los gustos son variados, algunos las prefieren más dulces, otros más suaves, más fáciles de transportar y hasta más simples de consumir con cáscara, en fin, opciones hay muchas, pero si hablamos de aporte vitamínico, todas son reinas”, finaliza Camila Castro.