El Trastorno del Espectro del Autismo de acuerdo con el DSM-V se define como una “Dificultad persistente en el desarrollo del proceso de socialización (interacción social y comunicación social), junto con un patrón restringido de conductas e intereses, dentro de lo cual se incluyen restricciones sensoriales” (1).
En Chile no existe un registro claro del diagnóstico de TEA, sin embargo, debido a la mayor existencia de herramientas diagnósticas y una mayor concientización respecto al TEA hay una mayor prevalencia del diagnóstico de esta condición. De acuerdo con la OMS al año 2023, 1 de cada 100 niños posee este diagnóstico, lo que varía de país en país (2).
La relación con los alimentos en los niños y niñas con TEA va a ser un área a abordar en las terapias con ellos, vamos a encontrar diversas dificultades tales como alteraciones en el ritmo de la comida, negativa a comer sólidos, variedad de alimentos limitada, marcados rituales, conductas de pica y problemas conductuales.
Estas dificultades que pueden existir se asocian a diferentes factores de origen relacionados a características que pueden presentar los niños y niñas con TEA, dentro de las cuales se encuentran: alteraciones sensoriales, hiperselectividad, problemas gastrointestinales, condicionamientos clásicos negativos, intolerancias y alergias alimentarias.
La mayoría de los niños y niñas con TEA se caracterizará por tener una hiperselectividad alimenticia, tendiendo a que consuman alimentos del grupo de carbohidratos y más calóricos, y una menor aceptación hacia alimentos proteicos, frutas y verduras. Lo anterior se verá asociado tanto a malnutrición por exceso como por déficit, encontrando principalmente déficit de proteínas, minerales y vitaminas, tales como calcio, hierro, vitamina D, vitamina C, entre otros.
De acuerdo con las diferentes dificultades que presenten los niños y niñas con TEA es el abordaje que se deberá tener. En el caso de la hiperselectividad alimenticia tendremos que identificar qué aspectos de los alimentos son los que atraen al niño, por ejemplo, olor, color, sabor, etc, y de esta manera ir incorporando nuevos alimentos similares a los que ya aceptan pero siempre con respeto y en un ambiente agradable para que el niño no genere un rechazo hacia el alimento que ya consume.
Por otro lado, al momento de evolucionar la consistencia de la alimentación es probable que en los niños y niñas con TEA sea más difícil la incorporación de sólidos, es por esto que se debe trabajar con un equipo multidisciplinario compuesto por fonoaudiólogo y terapeuta ocupacional que puedan realizar ejercicios con el niño para estimular el trabajo de masticación y deglución con ellos, y así puedan aceptar una nueva consistencia en su zona oral (3).
La información que se les está comentando en esta nota de prensa es una pequeña pincelada de lo que es el mundo de la nutrición y el autismo, donde se necesita generar empatía y otorgar apoya a los padres, madres y familiares que se encuentran pasando por esta etapa con sus hijos e hijas, no generar juicios ni críticas hacía como es la relación de la comida de sus hijos ni de que se compone su dieta, ya que trabajar con la hiperselectividad e hipersensibilidad alimentaria, entre otros aspectos, en estos caso requiere de paciencia y dedicación, siempre velando por el óptimo desarrollo y crecimiento del niño.
Para finalizar esta nota de prensa, a continuación se presentan algunos consejos para mejorar la relación con la alimentación en los niños y niñas con TEA:
- Los tiempos de comida deben ser agradables y libres de ansiedad.
- Introducir cambios progresivamente, priorizar objetivos.
- Utilizar recursos visuales como incentivo a comer.
- Crear rutinas.
- Tener un ritmo tranquilo al momento de comer.
- Evitar entregar alimentos favoritos antes de la hora de comer.
- Al finalizar la comida mostrar el plato vacío.
Francisca Paredes Díaz
Facultad de Medicina, Nutrición y Dietética