- Se estima que entre el 15 y el 30% de las personas en el país la padecen.
Para muchas personas, el comienzo de la primavera es positivo debido al clima más cálido y a los días más largos. Sin embargo, para otros, esta estación significa sufrimiento por los síntomas de la rinitis alérgica, una enfermedad que provoca inflamación de la mucosa nasal debido a una reacción alérgica o hipersensibilidad a alérgenos ambientales.
La Dra. Ana María Gallardo, inmunóloga e integrante del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes, explica que “algunas personas con predisposición genética desarrollan hipersensibilidad a proteínas presentes en los pólenes de árboles, pastos y/o malezas. Como la primavera es la temporada de mayor polinización del año, estos pacientes presentan síntomas como estornudos continuos, congestión nasal y picazón de garganta, ojos, oídos y paladar”.
Se estima que entre el 15% y 30% de la población sufre de rinitis alérgica. En muchos casos, los alérgenos que provocan la rinitis dependen del nivel de exposición del paciente. Por ejemplo, las personas que viven en la costa tienen mayor probabilidad de desarrollar alergia a los ácaros, que se reproducen mejor en lugares húmedos, mientras que quienes habitan en la zona central o precordillera presentan más alergias al polen de árboles o pastos.
Existen distintos tipos de tratamientos para el manejo de la alergia respiratoria.
“Una vez identificados los alérgenos que afectan a una persona, se busca evitar la exposición a estos y se determina el manejo farmacológico, el cual depende de la severidad de los síntomas y de los meses en los que el paciente está afectado”, comenta la Dra. Gallardo.
Si la rinitis alérgica no se trata adecuadamente, puede haber una serie de consecuencias negativas, como una afectación significativa de la calidad de vida. No llevar un tratamiento adecuado se asocia con bajo rendimiento laboral y académico, mala calidad del sueño, irritabilidad y problemas emocionales. Además, la congestión nasal crónica afecta la dinámica respiratoria y predispone al desarrollo de infecciones virales y bacterianas.
“Es importante que los pacientes se controlen antes del comienzo de la temporada de alergias primaverales para definir bien su tratamiento. Si los síntomas son leves, los antihistamínicos pueden ser suficientes, pero si los síntomas son al menos moderados, se deben agregar corticoides intranasales inhalados”, comenta la inmunóloga.
Estos tienen un efecto antiinflamatorio y deben usarse diariamente durante la temporada para lograr un control adecuado y evitar que los síntomas afecten la calidad de vida.
