*A través del baile nacional joven de 11 años de Las Compañías está dejando atrás las secuelas de un cáncer cerebral que lo tiene en silla de ruedas, pero que en ningún caso le impide desarrollar su mayor pasión que es la danza folclórica que se ha transformado en una terapia sanadora.
Durante el reconocimiento que la Municipalidad de La Serena entregó al Club de Cueca Espuelas de Plata la tarde del 28 de agosto en la Casa de la Cultura del sector El Olivar, Carlos Acosta de 11 años se robó las miradas de los asistentes y el reconocimiento. Llegó en su silla de ruedas y bastó que comenzara una cueca para que solicitara bailar. Quienes no lo conocían quedaron conmovidos por el gesto y el esfuerzo desplegado en la danza.
Su caso ha despertado la solidaridad del grupo y su entorno. Su familia confiesa que la cueca se ha convertido en la medicina sanadora que le ha permitido enfrentar las secuelas de un cáncer que hace cuatro años cambió bruscamente su vida. “Me gusta mucho la cueca” nos señala al término de la presentación folclórica. “Bailo hace tiempo, tuve un cáncer por dos años, pero ya no lo tengo y de nuevo me integré al grupo (Espuelas de Plata)”, relata.
Su madre Ximena Bravo se emociona y dice estar orgullosa de su hijo. “Carlitos pertenecía al Club Espuelas de Plata, pero por cosas del destino le detectaron un cáncer cerebral que lo dejó con muchas secuelas y una de ellas es no caminar, pero a él le apasiona la cueca”, expresa.
Incluso, recuerda que las intervenciones quirúrgicas fueron con música nacional, “y eso lo motivaba a seguir y salir adelante. Cada vez que su club se presenta en alguna parte él concurre y baila y lo único que quiere es volver a caminar y bailar cueca solo de nuevo”, profundiza.
Cursa sexto básico en el colegio Marista Nuestra Señora de Andacollo de Las Compañías y actualmente concurre sagradamente a la Teletón, siendo elegido para las historias del 2024.
“Y le ha servido bastante para poder pararse. Por su enfermedad se ha tenido que ausentar por dos años, pero nuevamente se está integrando al club, a sus amigos, compañeros y la cueca que es su motivación para seguir viviendo y continuar adelante todos los días. Él dice que este es su mes (Fiestas Patrias) (…) Es un claro ejemplo de superación, fue operado y tiene un seguimiento de 10 años, él dentro de todo está bien y ahora le queda su rehabilitación”, complementa.
ORGULLO POR ACTITUD GUERRERA
La presidenta de la agrupación folclórica, Bárbara Vera confiesa que le tiene un cariño especial. De hecho, a un día del reconocimiento pidió que su imagen practicando cueca, a pesar de su enfermedad, fuese incluida en la Cápsula Audiovisual donde se repasó su historia como una señal que la organización también promueve la inclusión, principalmente cuando el baile se está transformando en su terapia milagrosa.
“A Carlitos lo conocemos desde cuando ingresó a la agrupación, un niño que jugaba, se reía y bailaba. Irradia alegría y su razón de vivir es la cueca. Se levanta y acuesta con cueca y es lo que lo mantiene con ganas de seguir viviendo, surgir y superarse y estoy segura que lo va a lograr. Ha sido un ejemplo, un guerrero, un luchador y gracias al folclore (…) La cueca es su vida y lo único que quiere es caminar bien para poder hacer lo que ama que es bailar”, puntualiza la dirigenta.