Lili Barrientos, una joven de 31 años, decidió dejar atrás la vida en la capital del país para establecerse en la ruralidad de la provincia de Limarí. Su objetivo era seguir su intuición y construir su historia en un lugar más tranquilo y natural.
Hace cinco años, Lili y su pareja se mudaron a un terreno en Ovalle, en el sector de Llanos de Campo Lindo, donde los padres de Lili habían producido alcachofas anteriormente. Sin embargo, debido a la sequía, tuvieron que abandonar el cultivo y trasladarse a Santiago.
Con la intención de darle una nueva oportunidad al trabajo con las alcachofas, Lili retomó las producciones del cultivo, pero esta vez con un enfoque diferente. Decidió agregar valor a sus productos a través de la elaboración de pastas y la comercialización de fondos, destacando por ser 100% naturales.
“No contienen conservantes, preservantes ni colorantes. Respetamos las temporadas de cada planta y al medioambiente”, afirma Lili.
Actualmente, Lili forma parte de la Mesa Regional de Jóvenes Rurales del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) Región de Coquimbo, una instancia que le ha permitido ampliar sus redes de contactos y mejorar la difusión de su labor.
El Director Regional de INDAP, Víctor Illanes, destaca que “Lili y Emilio, su pareja, son dos jóvenes rurales que han sabido sacar provecho a las bondades que ofrece el campo, demostrando que es un lugar donde se puede emprender y mejorar la calidad de vida”.
Además de su participación en la Mesa Regional de Jóvenes Rurales, Lili ha recibido asesoría técnica del Programa de Desarrollo Rural (PRODESAL), herramienta ejecutada entre el INDAP y la Municipalidad de Ovalle. “Nos ha servido bastante, nos han ayudado harto y eso nos motiva a continuar creciendo en nuestro trabajo. Ha sido realmente un gran apoyo”, afirma.
El Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, felicitó a Lili y a otros jóvenes rurales por ser actores claves en la promoción de la seguridad y soberanía alimentaria del país, a través de la producción de cultivos naturales y amigables con el medioambiente.
Las variedades de alcachofas con las que cuenta Lili son españolas y argentinas, cultivadas en surcos y abonadas con bokashi, compost y otros bioinsumos. Una iniciativa que demuestra que es posible emprender en el campo, respetando el medio ambiente y produciendo alimentos saludables y naturales.
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