La Municipalidad de La Serena, a través de la Oficina del Adulto Mayor resaltó la participación de Isabel Harris quien ha transformado el teatro y la recitación en su pasión y busca enseñarla a las nuevas generaciones y personas del sector.
La escritura de poesías, obras de teatro y, sobre todo, declamación son las fortalezas que han destacado el trabajo de Isabel Harris y que ahora desea compartir y transmitir a las persona y estudiantes de Las Compañías.
Su labor fue reconocida por la Municipalidad de La Serena, a través de la Delegación y la Oficina del Adulto Mayor, sobre todo por su calidad. Es por ello que es invitada permanente a los actos y actividades que se organizan para las personas mayores. Vive en calle Eleuterio Fredes donde retornó a vivir luego de años de recorrer varias ciudades de Chile y efectuar diferentes labores.
Confiesa que es un agrado volver a un territorio que la vio crecer y evolucionar en sus pasiones literarias, “es como empezar de nuevo y me siento muy feliz, es como cuando fui niña, además que el sector ha tenido un fuerte desarrollo. Cuando venía a ver mi mamá (falleció), me perdía en las calles porque el sector estaba distinto (…) Ha sido muy reconfortable volver a mis raíces después de una vida bien sacrificada por el trabajo”, advierte.
Es por ello que valora la oportunidad de retomar la pasión por la declamación, “de hecho, he participado en varios eventos organizados por la Municipalidad de La Serena, donde me llevan a las actividades, me gusta y me dicen que lo hago muy bien y estoy escribiendo mucho también”, recalca. Incluso, en el corto tiempo ha ganado varios concursos literarios.
ENSEÑANZA DE UNA MAESTRA
Isabel nació en Calama, pero a los siete años sus padres la trajeron a La Serena. Su enseñanza básica está conectada con la escuela Darío Salas de La Compañía Baja donde cursó el cuarto básico, “las aulas estaban al lado del retén de Carabineros, después nos pasamos al frente, aun me recuerdo cuando con mis primos y hermanos nos íbamos hasta la escuela todos los días. En ese colegio éramos una familia”, rememora.
Durante su vida ha cultivado su faceta de escritora y recitadora, “fui la mejor declamadora del liceo y de toda la Región de Coquimbo”, manifiesta.
El talento viene de familia, sobre todo de su tía Raquel Harris, “ella era profesora de la escuela Darío Salas y escribía muy lindo. De hecho, compuso el himno del colegio, es muy recordada y querida. Una persona muy especial, porque en su casa le enseñaba a leer a los niños y a todos los trataba de ayudar. Incluso, a mí me enseñó a leer y escribir, viví mucho con ella”, profundizó con nostalgia.
Se fue de Las Compañías en 1979 trabajando para una editorial durante seis años, “fui la mejor vendedora y me hicieron un curso, pero después me comprometí y me fui a Valparaíso donde tuve mis dos hijas y luego me separé y volví a Las Compañías donde estuve como 5 años. Acá laboraba en radio taxis y veía que no surgía y me fui a Iquique en 1998 y allá crie a mis hijas, trabajé mucho porque veía una oportunidad”. Lideró una ferretería y botillería.
Incluso, en Alto Hospicio ingresó a trabajar como secretaria en la Municipalidad. Se define como emprendedora, “trabajaba como secretaria, advertí la oportunidad de sacar una botillería porque no me veía trabajando siempre ahí y terminó el periodo del alcalde y salí con mi botillería y empecé a trabajar, pero ahora no hay nada, incluso, la casa la tuve que venderla porque me enfermé, me tuve que hacer una operación a la cadera y me salió 8 millones de pesos”, recalcó.
Es por ello que retornó a Las Compañías y está esperanzada en la nueva vida que se le presenta en el sector y donde insiste que retomará con fuerza su pasión por la declamación y la escritura, “Me gustaría enseñar, además que pertenecí a un grupo de teatro donde ganamos varios premios y estudié en Concepción también los dos últimos cursos de enseñanza media, donde era la actriz principal y me gusta mucho el teatro y me gustaría enseñar teatro y enseñar a declamar”, remarca.
