Este lunes continúa el trabajo de la mesa que busca la mejor forma de administrar las pocas reservas que quedan en el embalse La Paloma, hoy sólo al 1% de su capacidad.
Este lunes, se realizará una nueva sesión de la mesa de trabajo entre representantes de regantes del río Limarí, Comunidad de Aguas Sistema Embalse La Paloma (CASEP) y Aguas del Valle. El objetivo es resguardar parte de la poca agua disponible en el embalse La Paloma para asegurar el consumo humano de los más de 120 mil habitantes de Ovalle y Sotaquí, ante la dramática situación hídrica que vive la zona.
“Durante más de 14 años hemos mantenido a continuidad del suministro en cada localidad, desarrollando los acuerdos, obras y gestiones operacionales necesarias, lo que ha supuesto inversiones por más de $80.000 millones. Gracias a ello hemos conseguido que no haya ningún corte de suministro a pesar de la caída de las fuentes hídricas en la Región. La situación actual es de tal magnitud que exige medidas extraordinarias para asegurar y resguardar el agua necesaria para consumo humano y por eso el trabajo con las autoridades y los regantes es fundamental”, dijo el gerente Regional de Aguas del Valle, Andrés Nazer.
El ejecutivo destacó que, desde hace meses, se ha llevado un trabajo técnico y profundo con los diversos actores implicados, por lo que confía en que este lunes, con la voluntad de todos, se concrete un acuerdo en la cuenca del Limarí, como se ha hecho en el resto de las cuencas de la región. “Hay mucha conciencia de lo crítico de la situación y de la prioridad que debemos darle al consumo humano. El agua para las personas supone un porcentaje mínimo de las necesidades de la cuenca completa que, en situaciones extremas, debe ser priorizada”, recordó.
Aguas del Valle presentó un recurso judicial a principios de mayo, cuando las reservas de agua seguían cayendo y el día cero se encontraba muy cercano. Esta acción tan sólo busca velar por el derecho al consumo humano de agua potable y que éste se asegure de manera sostenible. Para ello, se solicita que la autoridad desarrolle y aplique las reglas de operación en la cuenca que aseguren el agua para la población y así evitar el racionamiento o el corte del suministro de agua en Ovalle y Sotaquí, mientras no exista acuerdo con la Junta de Vigilancia y la CASEP. El recurso es perfectamente compatible con la entrega de agua a la agricultura, siempre que se priorice y asegure el consumo humano.
“Nuestros usuarios son nuestra prioridad y tenemos la responsabilidad, como prestadores del servicio, de realizar todas las acciones a nuestro alcance para asegurar el agua potable para la población. Estamos seguros de que todas las partes seremos capaces de alcanzar un acuerdo que permita asegurar el consumo humano, con la menor afectación posible a la agricultura, momento en el cual nuestro recurso judicial ya no será necesario y podrá ser retirado”, concluyó Nazer.