La idea es aportar con la reducción de desperdicios orgánicos que van a parar al vertedero, que representa el mayor porcentaje de lo que retira la empresa de recolección de residuos.
Como una forma de ayudar al cuidado del medioambiente y además darles un uso a desechos caseros, 73 residentes del sector La Pampa se beneficiaron con un kit de compostaje, gracias al proyecto Red de Compostaje Domiciliario que fue financiado por el Gobierno Regional y que se enmarca en la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), el cual busca que los vecinos puedan reducir sus residuos orgánicos y generar compost para sus huertas familiares.
“Todo esto apunta a reducir lo que es los residuos que el municipio recolecta en la comunidad y que posteriormente da al vertedero. Esto contribuirá a disminuir en un porcentaje muy importante esa carga y obviamente que cada vecino saque menos basura, lo cual contribuye con todo lo que es reciclaje y viene a liberar un poco al planeta de toda la contaminación que tenemos”, señaló Luis Alquinta, jefe de Aseo de la Dirección de Servicio a la Comunidad del municipio de La Serena, quien destaca la posibilidad de replicar la iniciativa en otros sectores de la comuna.
Aproximadamente el 58% de los residuos sólidos municipales corresponde a desechos orgánicos, más del doble de lo que representan otras fracciones, como los envases y embalajes (plástico, cartón, vidrio, latas, etc.). Por otro lado, la tasa de valorización de los residuos orgánicos es inferior al 1% del total de toneladas generadas cada año.
“La intención de esto es motivar a la ciudadanía a ayudar a solucionar los problemas que tenemos a nivel mundial, nacional y regional, ya que tiene que ver con el exceso de residuos orgánicos que tenemos y que desechamos en los rellenos sanitarios, que están colapsados. También ayudamos al medioambiente en el sentido que disminuye los gases de efectos invernadero entonces mitigamos el impacto del cambio climático”, indicó Manuel Díaz, responsable del proyecto Red de Compostaje Domiciliario para la Región de Coquimbo, quien también fue parte del taller participativo realizado a los beneficiarios.
El kit que se entregó a los usuarios consistió en una compostina que permitirá almacenar los desechos, el cual, con el trabajo necesario, se transformará en compost. “Es como un tambor muy práctico porque no necesita tanto cuidado, es liviana y cuando pasas te dan ganas de darla vuelta, eso ayuda a hacer compost por la oxigenación. También, entregamos las herramientas de jardinería y un termómetro sofisticado, que mide los parámetros del compost, entonces mide la humedad, temperatura, PH y con eso, cuando las personas aprenden a utilizarlas, van sabiendo en qué etapa está y cómo está su compost, no se van perdiendo y así se hace uno mucho más nutritivo, que mejora la degradación de la tierra, e incluso se le puede dar un valor agregado porque estamos reciclando los desechos, se puede vender, hacer negocio, por ende hablamos de economía circular”, puntualizó Díaz.