El gobierno promulgó recientemente la Ley de Seguridad Privada, que entraría en vigor a mediados del presente año
Las empresas chilenas se enfrentan a una de las olas de delincuencia más destructivas de las últimas décadas, con el transporte de mercancía siendo uno de los sectores más afectados. Para el 2022, la cifra de robos en puertos, carreteras y bodegas aumentó en un 27%, y se estima que hubo un crecimiento similar durante el 2023.
El espejismo de la pandemia
Al igual que el resto del mundo, durante los primeros años de la pandemia del coronavirus se experimentó una caída en la inseguridad, un evento causado en parte por la reorganización empresarial, las limitaciones en la distribución de mercancía y la disminución del consumo. Sin embargo, esto no fue más que un espejismo.
Con la reapertura gradual de la economía, y la vuelta a la normalidad de la mayoría de las actividades, la inseguridad volvió a crecer hasta acercarse a los niveles prepandemia. Los datos, aunque similares a los experimentados en años anteriores, tuvieron un impacto mayor en la percepción de la inseguridad debido al aumento veloz que se vio entre los años 2022 y 2023.
Los afectados y cómo pueden protegerse
Estos robos no solo se enfocan en las empresas que transportan bienes básicos como los alimentos (que luego son revendidos en distintas ciudades del país), sino que también incluyen electrónica, prendas de vestir y hasta productos de lujo. Metales como el cobre, y paneles solares, también estarían entre los productos más robados.
Las empresas afectadas se ven entonces en la obligación de implementar estrategias adicionales para proteger, tanto a su mercancía, como a su personal. Estas son algunas de las medidas que harían posible reducir el riesgo en la actualidad:
- Ubicación de la mercancía mediante GPS
Si bien las bandas criminales suelen operar en áreas específicas, lo cierto es que el destino de la mercancía robada suele ser un misterio para las autoridades. Es por eso que el uso del GPS no debe limitarse a los vehículos de transporte, sino también a la mercancía, permitiendo que esta sea más fácil de ubicar.
- Sistemas de cámaras
Con los puertos y las bodegas estando entre los más afectados, es imperativo que estos almacenes cuenten con sistemas de cámaras empresariales modernizados. Los equipos actuales pueden cumplir múltiples funciones, desde disuadir a los criminales y percibir conductas inusuales en los alrededores del establecimiento, hasta identificar a los criminales y su modus operandi luego de que cometan un crimen.
- Rutas personalizadas
Una de las alternativas que muchas empresas han desarrollado es el diseño de rutas personalizadas que se crean de forma automatizada al momento de iniciar el transporte de la mercancía. Aunque no es infalible, hace que el transporte sea menos predecible para los criminales, quienes deben aumentar sus esfuerzos para monitorear todas las rutas disponibles.
- Protección para el transporte de mercancía
Las rutas personalizadas, aunque crean un ambiente más seguro para los conductores, deben complementarse con protección extra para el transporte. Esta debe incluir flotas adicionales que no solo sirvan como agentes para la disuasión, sino también para crear una mejor distribución de la carga, haciendo que las pérdidas sean menores en caso de robos.
- Seguridad privada adicional
La seguridad que proveen las entidades estatales no debe minimizarse, sin embargo, estas no son suficientes para hacer frente a la creciente ola de delincuencia. Esto hace que contratar seguridad privada adicional, sea más necesario que nunca, funcionando como un complemento a los esfuerzos realizados por las autoridades pertinentes.
Estas medidas, aunque básicas en la mayor parte del mundo moderno, siguen siendo el talón de Aquiles de la cadena de valor en América Latina, donde la falta de presupuesto y la informalidad hacen que sea mucho más complejo implementarlas. Sin embargo, dado el contexto actual, es indudable que la seguridad debe volverse una prioridad para el empresariado nacional.
¿Qué hace el gobierno al respecto?
Aún así, el proceso de hacer un Chile más seguro no depende únicamente de las empresas, quienes tienen un aporte limitado en lo referente a la disminución de la delincuencia, sobre todo de aquellas actividades que conforman el crimen organizado. Se trata de un fenómeno que está impulsando al Gobierno a actuar de forma más organizada contra los criminales.
La reciente promulgación de la Ley de Seguridad Privada, que se espera que entre en vigor a mediados de este 2024, sería un ejemplo de esto.
La ley, que estaría en desarrollo desde hace nada menos que 14 años, tendría como objetivo crear un marco regulatorio para que tanto empresas, como proveedores de servicios de seguridad privada y las autoridades trabajen de manera unificada para agilizar la respuesta ante el crimen. Sin embargo, se desconoce exactamente cuál será el marco regulatorio de la misma.
