La nueva cartera de procedimientos quirúrgicos del establecimiento proyecta que más personas puedan acceder a correcciones en la posición de los huesos de la cara. La iniciativa es posible gracias al trabajo de especialistas del área maxilofacial y de ortodoncia del recinto de salud.
“La cirugía marcó el inicio de una nueva etapa para mí”, expresa Enya Yañez, una joven de 21 años que desde pequeña se preguntaba por qué su rostro no era como el de los demás niños de su edad. Y es que padecía de prognatismo mandibular, es decir, que su mandíbula estaba muy adelantada; una condición que además de generarle incomodidad física y funcional, caló hondo en su autoestima.
Ella al igual que otros jóvenes podrán mejorar su calidad de vida gracias al nuevo programa quirúrgico impulsado por el Servicio de Especialidades Odontológicas del Hospital de La Serena.
La nueva cartera de servicios del establecimiento, se trata de una iniciativa impulsada por un equipo de cirujanos maxilofaciales conformado por los doctores Cristian Blamey y Felipe Tapia. La idea se gestó en el 2018, año que se realizó por primera vez esta cirugía en el hospital serenense y hoy se consolida con la adquisición del equipamiento e instrumental necesario para desarrollar la técnica quirúrgica con seguridad y calidad.
Cristian Blamey, cirujano maxilofacial del hospital serenense, confirmó que con el caso de Enya “damos inicio al Programa de Cirugía Ortognática, lo cual es muy importante, ya que, al estar formalizado en la institución, esperamos que se vuelva una prestación habitual. Actualmente tenemos 20 pacientes que son candidatos para la cirugía y esperamos intervenir entre 8 a 10 pacientes este año 2024”.
El especialista maxilofacial explicó que la cirugía ortognática es una intervención que está pensada para corregir problemas de anomalías esqueletales del rostro, “eso quiere decir que hay pacientes que necesitan corregir la posición de sus huesos para poder mejorar su función masticatoria, de fonación y respiratoria. Esta técnica quirúrgica requiere un esfuerzo multidisciplinario, ya que no solamente depende del equipo de cirugía, sino que también intervienen ortodoncistas, el colega que ve los trastornos temporomandibulares y también necesitamos apoyo kinésico”.
Por su parte, el doctor Felipe Tapia, cirujano maxilofacial del Hospital de La Serena, detalló que la intervención lo que hace es “modificar la posición de los maxilares que tienen discrepancias importantes, las que no se pueden corregir con ortodoncia o que no se pudieron manejar con odontopediatría a edad temprana, porque cuando el paciente llega a la edad de término de crecimiento, la única forma de corregir eso es con osteotomía sobre los maxilares para hacerlos cambiar de posiciones. El concepto es trabajar los maxilares del mismo paciente llevándolos a la posición adecuada para lograr armonía facial”.
Consultar a tiempo
El profesional del Servicio de Especialidades Odontológicas del Hospital de La Serena explica que esta condición (ya sea de la mandíbula hacia adelante o hacia atrás) se clasifica dentro de las anomalías del desarrollo y tiene un componente hereditario genético, pero también se potencia por el desarrollo de malos hábitos o algunas condiciones ambientales.
Los especialistas refieren que las deformidades maxilofaciales pueden consistir en una mandíbula extremadamente hacia afuera (prognatismo mandibular) o al revés, estar hacia adentro (retrognatia mandibular). El doctor Blamey relata que “un porcentaje de estas personas, necesitan una corrección esqueletal, porque el problema de sus dientes es un reflejo de la mala posición o anomalía del tamaño de sus huesos maxilares, y esos son los pacientes que requieren una corrección quirúrgica”.
“Hay pacientes que desarrollan esta condición a muy temprana edad, pero que lamentablemente no son vistos ni intervenidos en forma oportuna y llega un momento en que la resolución es quirúrgica y no desde la ortodoncia”, enfatizó Blamey.
Ortognática: Cirugía de cuerpo y alma
Enya es paciente del Servicio de Especialidades Odontológicas del Hospital de La Serena desde los 15 años y cuenta que siempre se ha sentido acompañada por el equipo de salud en su largo proceso. “Siempre tuve una muy buena atención de todos, me motivaban y me trataban con cercanía, por eso voy a estar siempre agradecida con cada uno”.
A sólo una semana de la intervención, Enya ha experimentado importantes cambios en su calidad de vida y salud mental, y esto se debe principalmente a que “con esta cirugía el impacto para el paciente es inmediato desde el punto de vista funcional, ya que ve muy mejorada su capacidad para masticar; pero también existe un impacto emocional super importante”, explicó el médico tratante, el doctor Blamey, quien afirma que la cirugía es segura y permite alcanzar buenos resultados.
“Para mí la operación era todo, mi meta era estar operada. No es una intervención fácil, pero siento que llego en el momento indicado, porque estaba preparada, ahora estoy mejor con mi salud mental y me siento mejor conmigo misma, estoy muy agradecida”, expresó Enya.