Durante los últimos años, el sector de la tecnología y la información ha aumentado su participación en la economía chilena. Las inversiones extranjeras y los emprendimientos locales en el área han mantenido un sólido crecimiento gracias a las condiciones favorables para la industria que presenta Chile actualmente.
El país sirve de base de operaciones a gigantes de la industria como Google y Amazon, a start-ups de servicios informáticos financieros, y también a firmas expertas en seguridad informática. No es raro que esto ocurra, puesto que la pandemia aceleró la transición de muchas actividades al plano digital. De hecho, se predice que la Inteligencia Artificial puede iniciar una nueva revolución industrial. En este contexto, se espera que el sector de la informática continúe creciendo rápidamente durante los siguientes diez años. Chile cuenta con una posición privilegiada para sacarle el máximo provecho a esta situación.
Los próximos 10 años para el sector IT en Chile
Hay razones para mantenerse optimista en cuanto al sector tecnológico chileno. Considerando que las condiciones estructurales y las políticas económicas favorables que explican el éxito del país permanecen estables, se espera que continúe la tendencia al alza de los últimos años.
Incluso es probable que el crecimiento del sector se acelere durante la siguiente década, como consecuencia de la implementación de nuevas tecnologías. Innovaciones como la red 5G, la automatización y la inteligencia artificial ya están empleándose exitosamente en el país y se espera que su adopción masiva aumente considerablemente la productividad.
La red 5G
La inversión más importante para el futuro de la economía chilena es la red 5G. El resto de las innovaciones que se esperan para la década solo serán posibles gracias a las importantes mejoras técnicas que presenta esta tecnología frente a sus predecesores, 3G y 4G. La implementación de la telefonía 5G será el gran impulsor del sector de la tecnología en Chile.
La nueva red celular llegó al país a finales de 2021 y se proyecta que abarque el 90 % del territorio dentro de un par de años. Esta permite conexiones a Internet mucho más veloces, con mayor estabilidad y fiabilidad y alcanza lugares más lejanos. También reduce considerablemente la latencia de la conexión, es decir, su tiempo mínimo de respuesta.
El aumento en la calidad y la capacidad de la conexión permite integrar a la red a objetos y procesos que antes no podían ser conectados a Internet, y, por lo tanto, no podían ser monitoreados ni controlados remotamente. Esto permitirá importantes avances en automatización industrial, optimizará la transmisión de información y fomentará el uso de inteligencia artificial y realidad aumentada. Y, no menos importante, todo lo relacionado con la actividad digital de los ciudadanos a través de sus smartphones —hacer compras en el supermercado, ingresar a RoyalPanda casino en Chile, adquirir las entradas al cine…— también se verá potenciada.
Inteligencia artificial
Chile ha sido pionero en el uso de herramientas de inteligencia artificial con fines comerciales desde su lanzamiento hace un par de años. Reportes indican que las empresas del país han comenzado a emplear dicha tecnología al doble del ritmo del resto del planeta. Se espera que esta alta receptividad continúe durante la siguiente década.
El empleo de la IA es altamente provechoso para la industria informática. Esta ha demostrado su capacidad para optimizar y acelerar el desarrollo de aplicaciones y software. También se espera que su uso aumente en el resto de los sectores de la economía, lo cual incrementa la dependencia de estos en la industria tecnológica.
El Internet de las cosas
Se conoce con el nombre Internet de las cosas a la integración de objetos cotidianos a la red de Internet para poder monitorearlos y controlarlos de manera remota. Esto se logra a través de una serie de sensores y actuadores que se comunican con el usuario a través de una interfaz de control en su celular u otro dispositivo.
El Internet de las cosas permite controlar desde una aplicación móvil la iluminación y ventilación del hogar, lo que se conoce como Smart Home, o vivienda inteligente. Análogamente, las empresas podrán usarlo para reducir la intervención humana en ciertos aspectos de la cadena productiva, aumentado su productividad.
También se puede implementar el Internet de las cosas en gran escala, para mejorar el control y la administración de la vialidad y los servicios de una ciudad entera. A esto se le llama Smart Cities, o ciudades inteligentes y se espera que llegue a las ciudades chilenas durante la próxima década.
Retos y dificultades
A pesar de las condiciones favorables que se prevén para la industria tecnológica chilena en la siguiente década, el sector deberá enfrentarse a varios retos importantes. Se espera que la demanda de capital de inversión y de mano de obra calificada aumente y, si esta no logra satisfacerse, podría reducirse el crecimiento.
También es importante velar por que el aumento de la productividad que traerá la automatización no sea en detrimento del bienestar de los trabajadores. Es necesario garantizar la instrucción tecnológica para que la revolución digital beneficie a toda la población y no exacerbe la desigualdad.
