Todas las semanas más de 30 estudiantes participan de las clases del Club de Lengua de Señas con la motivación de poder comunicarse e interactuar con sus compañeros.
Jean Franco Pérez y Francisca Rivera, estudiantes de INACAP Sede La Serena, tomaron la iniciativa y comenzaron el Club de Lengua de Señas, que tuvo su primera clase en mayo de este año y se mantiene con clases regulares cada semana.
Actualmente, en INACAP La Serena hay matriculados 11 estudiantes con discapacidad auditiva, de los cuales 5 son usuarios de lengua de seña. Conversamos con Joselyn Orrego, Asistente de Apoyo Académico, quien compartió el proceso de integración de estos estudiantes:
“nosotros identificamos la condición de discapacidad al inicio del proceso formativo, mediante la declaración que se hace los Formulario Único de Postulación (FUP) al momento de matricularse. Desde el inicio nuestra institución dispone de apoyos como clínicas académicas y ayudantías, si es pertinente, sumado a ello se les asigna un intérprete en lengua de señas, si es que aplica. También se informa a los docentes la condición de los estudiantes y se les comparte sugerencias de trabajo en aula”.
Creación y conformación del Club de Lengua de Señas
La idea de conformar un espacio en el que estudiantes pudieran aprender lengua de señas surge gracias a Nancy Salinas, docente del Área de Gastronomía, quien al día de hoy reúne en su curso a 3 alumnas con problemas de audición: Macarena, Pía y Brainly. Nancy ha realizado cursos de lengua de señas y gracias ello ha podido tener una comunicación más efectiva con sus alumnas, quienes se han integrado al curso y se destacan constante por su excelente re a rendimiento académico.
El club comienza a tomar forma cuando Nancy conoce a Francisca Rivera, estudiante de Gastronomía Internacional de INACAP, que no es sorda, pero maneja la lengua de señas y le comenta que quiere conocer y compartir con las alumnas con problemas de audición, en este punto es cuando empiezan a gestar las posibilidades de crear el Club de Lengua de Señas.
Francisca, quien se encuentra en su primer año en la carrera de Gastronomía, nos comparte que, desde su época escolar se interesó por la lengua de señas y agrega que “en mi escuela existían compañeros que eran sordos, por lo que yo quería comunicarme con ellos, en ese entonces me integré en un curso para poder aprender lengua de señas. Al momento de ingresar a INACAP me percaté de Macarena, Pía y Brainly, por lo que no dude en acercarme a ellas y también pude conocer a la profesora Nancy, quien nos ayudó en la creación del Club”.
A día de hoy el Club es dirigido y gestionado por los alumnos, Francisca junto a Jean Franco Pérez, estudiante de Ingeniería en Informática, quien padece Hipoacusia, es decir escucha levemente, son los encargados de realizar las clases donde comparten sus conocimientos con todos los estudiantes que participan del Club.
Jean Franco nos comparte que “el interés ha sido alto y esperamos continuar con el Club en los siguientes semestres”.
Este club, que nace desde una motivación de un grupo de estudiantes y se enmarcar en la Políticas de Diversidad e Inclusión, que aborda la adaptación de los procesos de enseñanza a distintas necesidades, el ajuste de las normas de convivencia y la modificación de distintas políticas y protocolos tendientes a promover el respeto y el trato digno y de confianza entre todas las personas que forman parte de la comunidad educativa.