El año 95 retornó a la comuna, y desde entonces que se ha estado dedicando incansablemente a los rubros agrícola y caprino.
Maitencillo es un sector que está en plena ruta D-51 que lleva hacia la comuna de Andacollo.
Ahí se encuentra el predio de Susana González, usuaria del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP). Ante el gris marengo propio de la carretera, sus árboles adornan el paisaje con su color verde característico.
Gracias a que combina los rubros agrícola y caprino, las producciones de naranja, limón, olivo y durazno, sumado a empastadas para alimentar a su ganado, propician este escenario que atrae la mirada de los viajeros que pasan por el lugar.
“Trabajo junto a mi marido. Le vendo a gente que viene acá, tengo muchos caseros, así que vendo todo”, asegura.
Mientras se desplaza desde sus árboles hacia el galpón donde tiene a su plantel de cabras, Susana recuerda el temporal del año 97.
Va mostrando en detalle los surcos todavía presentes que dejaron las lluvias de aquella vez. Aun así, dice con esperanza: “Espero que este invierno sea lluvioso, nos vendría muy bien harta agua. Han sido muchos años secos”.
– ¿Por qué decidió establecerse en un terreno contiguo a la carretera?
“Yo nací acá, pero antes vivía en Coquimbo y pasaba enferma, hacía mucho frío y me afectaba. Me vine para acá para tener un huerto para los nietos, pusimos unas plantitas y veníamos a regarlas. Se presentó la oportunidad el año 95 y nos establecimos”.
– ¿Qué es lo que más destaca de trabajar en los rubros agrícola y caprino?
“Me encanta lo que hago. Me gusta todo lo que significa este trabajo. Ver crecer a los árboles, ver lo que producen… Y estar con el ganado también es algo que disfruto mucho, ya que el tener en mis manos un queso o un vaso de leche que ha sido gracias a mis cabras es algo bonito”.
La usuaria de INDAP indica que el tener el apoyo constante de la institución “significa mucho para mí”, y lo ejemplifica indicando que “antes no nos quedaba otra opción que regar antes del mediodía, porque en verano el agua se pone caliente y no sabíamos dónde depositarla, y gracias a INDAP ahora tengo un estanque grande para poner el agua y así regar en la tarde. Eso es un gran alivio. Le doy las gracias a INDAP”.
En tal sentido, la Directora Regional (S) de INDAP, Tonya Romero, detalla que la institución está en todo el territorio rural del país, por lo que “es muy satisfactorio conocer casos como el de Susana, que desarrolla su labor con tanto esmero, trabajo que permite que su predio sea un verdadero pulmón verde.
Andacollo es una comuna eminentemente minera, lo que no es impedimento para que las actividades agropecuarias estén presentes. Felicitamos a Susana por todo lo que ha logrado y esperamos que su caso sea un aliciente para que más personas sigan su ejemplo”.
El Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, destaca que desde INDAP se releve la labor de usuarias como Susana González: “Siempre es positivo conocer el desarrollo que va teniendo la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, en este caso, de la mano de uno de nuestros servicios como es el INDAP”.