- La cooperativa de empresarios gastronómicos en convenio con Fundación Bienestar Animal Chile (FBA) registraron más de 150 mascotas abandonadas abarcando la zona de La Serena y Coquimbo.
- Los voluntarios recopilaron información sobre su control sanitario y se pudo identificar zonas con mayor abandono para implementar políticas de esterilización y adopción.
Con 12 voluntarios, repartidos por el borde costero, desde la Avenida de Aguirre en La Serena y hasta el terminal portuario en Coquimbo, Barrio del Mar y Fundación Bienestar Animal Chile lograron pesquisar 150 animales abandonados entre perros y gatos, con un porcentaje importante sin control sanitario, es decir, sin vacunas, antiparasitarios y esterilización; y muchos de ellos con afecciones físicas evidentes que van desde simples heridas o mordeduras hasta ceguera, artritis o tumores.
Para Felipe Contreras, representante de la Fundación Bienestar Animal (FBA) el balance tras haber realizado la pesquisa es positivo “estamos súper contentos del censo realizado, gracias a los voluntarios que asistieron ese día logramos abarcar más de 150 mascotas abandonadas entre la Serena y Coquimbo, pudiendo recopilar todos los datos que salen dentro de la encuesta online, como por ejemplo su control sanitario, si estaban o no esterilizados, vacunas al día o antiparasitarios.
Pero, lamentablemente, a pesar de la satisfacción que la fundación animalista siente tras haber concretado este gran paso, la realidad de los animales callejeros no es muy alentadora y el trabajo recién comienza.
“Nos llamó bastante la atención la gran cantidad de perros que están abandonados en el sector puerto de Coquimbo, como también en el sector borde del faro de la Serena, por lo cual ya manejando estos datos podemos proyectar políticas públicas en torno a realizar campañas de esterilización, de antiparasitarios, de vacunas y, principalmente, dejarlos al día para que puedan entrar en proceso de adopción”.
Amor animal
Si bien, el esfuerzo y el éxito de este primer censo recae en Barrio del Mar y FBA quienes, motivados por encontrar formas de solución concretas a la presencia de animales callejeros en el borde costero; nada habría sido posible sin la colaboración gratuita y desinteresada de los voluntarios.
Para la Licenciada en Trabajo Social, Paula Noriega Cerda su motivación para convertirse en colaboradora de esta iniciativa tiene que ver “con la intención de generar un cambio en la mirada que se tiene de los animales que se encuentran en la calle. Vi la publicación en Instagram y me pareció muy afín a mis intereses, ya que también hace un tiempo tengo una agrupación animalista que busca concientizar y hacer operativos de adopción para los animales abandonados”.
“Me pareció, además, muy interesante, ya que desde la primera reunión supe que era para generar estadísticas tangibles sobre la cantidad de animales callejeros, y de paso, poder categorizarlos. Encuentro una muy buena forma de concientizar a la población sobre la tenencia de nuestros animales callejeros comunitarios”, agregó la censista.
Más que perros y gatos
El censo arrojó mucho más que simples estadísticas, para Felipe Contreras permitió poner en perspectiva una realidad que, si bien está “a vista y paciencia” de los transeúntes del Borde Costero, la gran mayoría desconoce su magnitud.
Los resultados son claros, existe un porcentaje de 79, 3% de perros callejeros por sobre un 20, 7% de gatos encontrados en el mismo sector. Un 70% de estos animales no tienen casa y solo un 18% cuenta con algún distintivo como collar.
En cuanto al control sanitario básico, el 69, 3% está sin vacunas, el 70% sin antiparasitarios y el 40% no está esterilizado, lo que comprende un riesgo para ellos mismo y para las personas que transitan por el borde costero.
Y en relación a la condición física, muchos de estos seres vivos presentan heridas, cicatrices, mordeduras, sobre peso, cojeras y peor aún, algunos de ellos viven con patologías como ceguera, artritis o tumores.
Por último, si hablamos acerca de la habitabilidad de estos animales el 50,7% tiene domicilio local, es decir, son mascotas que se encuentran en la calle, pero habitan dentro de un espacio otorgado por un tutor comunitario o personal.
Los perros comunitarios comprenden un 38% del total de animales callejeros, o sea, se encuentran en la calle, pero son alimentados o cuidados por agrupaciones o terceros. Y en cuanto a las mascotas flotantes que deambulan por los sectores censados la estadística arrojó un 28,7%
En tanto, los animales asilvestrados o mascotas salvajes que se alimentan de otras especies como aves o roedores y habitan, principalmente, en cercanías de humedales o ríos asciende a un 14%.
Cifras concretas que ponen en evidencia la realidad de estos animales que deambulan a su suerte o sobreviven gracias a la preocupación de unos pocos y que a pesar de que, muchas veces, se convierten en un dolor de cabeza para empresarios y transeúntes del borde costero, necesitan soluciones efectivas que involucren darles un destino digno, sin necesidad del maltrato o el exterminio.
Muy buena información. Ojalá apliquen soluciones pronto para mejorar la vida de esos animalitos.
La idea es que no lo envenenen, como sucedió hace mucho años atrás fue una matanza… Garrafal