La alta circulación viral registrada en estas semanas, incluso con lamentables fallecimientos de lactantes, tiene a la población en alerta y también a las autoridades que anunciaron el regreso de las mascarillas en los establecimientos escolares. Sin embargo, ¿sabemos cuándo consultar en urgencias? ¿Qué signos son banderas rojas para hacerlo? Académica USS lo explica.
Mientras esta semana una ola de frío polar desde la región de Coquimbo hasta Los Lagos nos invade, los servicios de urgencia están altamente demandados por niños y lactantes con sintomatología de virus respiratorios.
Además, el lamentable fallecimiento de menores de edad por virus respiratorios ha prendido las alarmas en todo el país. De hecho, el último registro es de una menor de 2 años que falleció en un SARS de Monte Patria.
Ante este escenario, hay que recalcar cuándo los padres y cuidadores deben consultar en un servicio de urgencia. La enfermera pediátrica y académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad San Sebastián (USS), María Paz Del Río, comenta que no siempre es necesario llevar a un niño a urgencias cuando presenta síntomas de virus respiratorios, ya que estos podrían agravarse al contacto con virus de otros niños o con el hecho de salir de la casa.
“No se debe acudir a la urgencia cuando, por ejemplo, la fiebre cede ante antipiréticos o si esta dura menos de tres días. Tampoco es necesario ir a urgencia si el niño presenta dificultad respiratoria cuando esta no implica hundimiento de costillas. Si un niño sigue comiendo normalmente o si sigue recibiendo líquidos, no hay que llevarlo a urgencia. Además, preferir las teleconsultas o la atención domiciliaria y, así, evitar los servicios de urgencias”, asevera la enfermera.
¿Pero cuándo sí se deben llevar a urgencias?
Según la académica de Enfermería USS, algunos signos de que hay que acudir a aquella instancia son la fiebre que persiste por tres o más días y que no baja con medicamentos. también si dejan de alimentarse e hidratarse igual es un motivo de consulta. El más importante de todos es el hundimiento de las costillas del menor, si esto ocurre hay que visitar urgencias de inmediato. La enfermera pediátrica pide prestar atención al aleteo nasal en los menores y a la aparición de coloración cianótica (azulado) en la zona peribucal y de las uñas.
“La asistencia de un niño a urgencias considera una fiebre que no cede a un tratamiento medicamentoso, como paracetamol o ibuprofeno, según indicación médica por más de tres días. Si la fiebre cede, entonces no es necesario. Pero si está mantenida y no baja ante la administración de antipiréticos, es necesario llevarlo. También si el niño presenta un decaimiento permanente, si deja de comer o tomar líquidos, es un signo que debe ser observado y evaluado en un servicio de urgencias. Además, todo lo referente a dificultad respiratoria, principalmente retracción subcostal, que es el hundimiento de las costillas al respirar. Ese es un signo que es importante evaluar”, comenta María Paz Del Río.
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