El rol de la familia en la salud de los niños es primordial, dado que ésta es la encargada de formar hábitos que serán la clave para mantener una buena salud a futuro. Para esto es necesario incorporar hábitos saludables a nivel familiar, los niños aprenden del ejemplo, por lo tanto, es fundamental practicar conductas saludables para que ellos las imiten.
Actualmente, la malnutrición por exceso, sobrepeso u obesidad, es la pandemia silenciosa que ataca a nuestra sociedad, donde los niños menores de 6 años son los más afectados, llegando a cifras que superan el 30% de prevalencia de obesidad infantil en nuestro país (INTA, Universidad de Chile, 2021).
La malnutrición por exceso es una condición fisiológica anormal causada por el consumo excesivo de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales) (OMS), lo que a largo plazo aumenta las posibilidades de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y discapacidad en la adultez.
Los primeros años de vida son los más importantes en la formación de los hábitos que se tendrá en la vida adulta, y si estos son acordes a un estilo de vida saludable se podrán prevenir una serie de enfermedades, así como la malnutrición por exceso.
La primera y más importante forma de prevención de la malnutrición por exceso y enfermedades, es la Lactancia materna exclusiva (LME), es por ello que se aconseja que los recién nacidos reciban lactancia materna por un mínimo de 6 meses, debido a que las fórmulas artificiales en los primeros dos años de vida aumentan el riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso, en comparación con los niños que reciben LME.
Otra importante forma de prevención es cuidar de la alimentación de nuestros niños a partir de los 6 meses, evitando el uso de azúcar, sal, edulcorantes (“endulzantes”) y alimentos que no son beneficiosos para la salud, como aquellos con elevado contenido calorías, sodio, azúcares o grasas saturadas, como por ejemplo, las golosinas, cereales de desayuno azucarados, chocolates, confites, helados, galletas, pasteles, jugos y bebidas de fantasía, snacks dulces o salados y en general aquellos alimentos rotulados “ALTOS EN” sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías (MINSAL,2015).
A su vez, la actividad física es otro pilar fundamental para prevenir y combatir la malnutrición por exceso y mejorar la salud de nuestro corazón, es importante incentivar a los niños a realizar actividades deportivas un mínimo de tres veces a la semana, sin contar la actividad física realizada en el colegio. Dentro de las acciones y elecciones que
Cada niño y persona es distinto y por lo tanto sus necesidades son diferentes, por lo cual no existe una dieta o pauta en general que le sirva a todos los niños o adultos, para esto se necesita de la asesoría de una nutricionista. Sin embargo, si hay acciones y elecciones que podemos realizar a diario para mejorar la calidad de la alimentación de nuestros hijos y prevenir la malnutrición por exceso, como las mencionadas en las Guías de Alimentación del MINSAL 2022:
● Poner color y sabor con frutas y verduras a todo lo que comemos
● Comer legumbres en guisos, ensaladas y otras preparaciones todas las veces que se pueda
● Beber agua varias veces al día, sin reemplazarla por jugos o bebidas
● Aumentar el consumo de pescados, mariscos o algas
● Evitar alimentos ultraprocesados y con sellos “Alto en”
● Disfrutar de la alimentación sin pantallas
Estas son algunas acciones que, aunque parezcan pequeñas cuando se incorporan diariamente, generan grandes beneficios y marcan la diferencia entre la salud y la enfermedad.
Valeria Núñez Gómez
Interna Nutrición y Dietética, Universidad Católica del Norte
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