Buscar el mejor lugar para instalar atrapanieblas en Andacollo, analizar si es posible regar plantas con agua desalinizada en Los Vilos, y limpiar el piso con un producto hecho a base de cáscaras de mandarinas, son algunos proyectos que han desarrollado niñas, niños y adolescentes de la región.
En tiempos acelerados y con la tecnología siempre a disposición en nuestros bolsillos, ¿Qué tan difícil resulta apreciar que, detrás de todos los aparatos que nos simplifican la vida, existen esfuerzos e ideas que provienen de la ciencia, la tecnología y la innovación? De seguro, no vemos o no queremos ver más allá de la pantalla, pero para nuestra sorpresa, hay niñas, niños y jóvenes que ya se interesan en descifrar los que les rodea, y también, en generar nuevo conocimiento.
Estos estudiantes, guiados por sus docentes, son parte del Programa de Investigación e Innovación Escolar, IIE, iniciativa del Programa Explora del Ministerio de Ciencia, y que en la zona es llevada a cabo por el Proyecto Explora Coquimbo de la Universidad Católica de Norte; a fin de motivar a las comunidades educativas a desarrollar proyectos de ciencia, tecnología e innovación en su comunidad escolar.
En las ciudades y pueblos de las provincias de Elqui, Limarí y Choapa, diversos equipos escolares han hecho eco a este llamado y han desarrollado, durante 2022, iniciativas diversas, y que en muchos casos, responde a las necesidades e inquietudes de todas las personas que conforman sus comunidades.
Mandarinas que limpian el piso en Monte Patria
En Monte Patria, por ejemplo, la comunidad educativa de la escuela Villa el Palqui conectó las necesidades de limpieza del establecimiento con un desecho orgánico proveniente de una de las frutas de consumo habitual en Chile: la mandarina, creando así el proyecto “Limpiado de piso ecológico en la escuela de la Villa el Palqui”.
Según relata la profesora Angelina Castro Beas, la idea nace de una necesidad observada por las estudiantes de su grupo al momento de limpiarse los pisos de la escuela. “El objetivo de nuestro trabajo fue producir y comparar un limpiador ecológico de mandarina con los que se venden en el mercado, tanto en limpieza y brillo del piso”, explica.
¿Y qué ocurrió? “Los resultados que obtuvimos fueron asombrosos y nos sorprendimos bastante al comprobar que el limpiador ecológico dejó más brillante y más limpios los pisos de la escuela, respecto a los limpiadores que habitualmente usamos en nuestras casas”, subraya la docente, agregando que sería importante que este limpiador ecológico fuera utilizado por toda la ciudadanía. “Además de ayudar con el medio ambiente, las personas estarían ahorrando dinero, y también, sus pisos quedarían más limpios y más brillantes, en comparación con un producto de limpieza industrial”.
Este trabajo permitió que las estudiantes desarrollaran un aprendizaje significativo producto de un proceso. “Primero, se identificó una necesidad y se diseñó, evaluó y se comunicaron los resultados los resultados, así que estamos muy contentas con este proyecto, un limpiador ecológico de cáscara de mandarina que cualquier persona podría crear, ahorrando dinero, y además ayudando al medio ambiente”, resalta la docente.
Agua desalinizada del mar para regar en Los Vilos
En tanto, en Los Vilos, comuna de la provincia de Choapa, un grupo de estudiantes del Colegio Diego de Almagro, liderados por el profesor Sebastián Cortés Tapia, se interesaron en el desarrollo de la construcción de una planta desalinizadora que busca disminuir la utilización de agua en las actividades mineras, y a partir de ello, “identificar los cambios que tiene una semilla en su germinación al ser regada con agua desalinizada, potable y salada”, explica el docente.
¿Y qué resultados se obtuvieron? Gracias al proyecto “El agua desalinizada se puede utilizar en el cultivo de plantas de la comuna”, el grupo de trabajo observó que unas semillas regadas con agua potable tuvieron un crecimiento normal y un color adecuado, mientras que otras semillas regadas con agua desalinizada desarrollaron un crecimiento lento, en comparación a la semilla regada con agua potable. Asimismo, se regaron semillas con agua salada, donde no se obtuvo crecimiento
“A partir de la investigación se puede concluir que esta agua sirve para el riego de cultivos”, destaca el profesor, comentando también que “es una alternativa viable para localidades cercanas al mar y con temperaturas altas, porque el proceso de desalinización del agua fue a través de un sistema artesanal, a partir de la evaporación y condensación del agua de mar para extraer la sal y los otros minerales, y hacerla potable”.
Aprovechar la niebla en Andacollo
Y también en la línea de cuidado de los recursos hídricos, en la Escuela Patricio Lynch de Andacollo, provincia de Elqui, se creó la iniciativa “Instalación de atrapanieblas para recoger mensualmente agua que pueda contribuir con necesidades de riego de la población”, proyecto de estudiantes de enseñanza básica guiado por la docente Jenifer Díaz González, quien explica que la idea nació a partir de la necesidad de agua en la comuna. “Gracias a la niebla, algunas laderas de cerros se mantienen húmedas, entonces pensamos en cómo capturar esa agua para aportar a las personas que tienen huertos o animales, para que así no dependan de camiones aljibes”, aclara.
De esta forma, el proyecto se enfocó en analizar la factibilidad de instalar atrapanieblas en algunos sectores de Andacollo: El Manzano, La Colorada y Churrumata. “Se analizó, durante cuatro semanas, las cantidades de agua que en cada sector se podía captar, y con esos datos cuantitativos, se buscaba masificar la información a las personas de esos lugares”, precisa la profesora.
“En uno de estos sectores, en El Manzano, se obtuvo agua suficiente como para un proceso de regadío. Influyeron muchas variables, como por ejemplo, los diversos microclimas y temperaturas que existen en cada sector. Por ejemplo, lo que se capturaba en La Colorada y Churrumata se evaporaba rápidamente, debido a que la temperatura se eleva en Andacollo desde primeras horas de la mañana”, aclara la docente.
Finalmente, manifiesta la educadora, este trabajo no solo significó adquirir conocimientos para los estudiantes: “ellos, como personas, han logrado avanzar, a través de los objetivos del proyecto, y han desarrollado diversos aspectos de su personalidad, como la autoestima, al verse capaces de enfrentar nuevos desafíos. Ahora que van a pasar a la enseñanza media, siento que van mejor preparados para una nueva etapa”.
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