Hoy en día, el insomnio es un problema para la sociedad. El estrés y la ansiedad diarios contribuyen de forma importante al desarrollo del insomnio en las personas. Si además a estos factores se le añaden la alergia o el calor de la temporada de primavera-verano, nos encontramos con que un gran porcentaje de la población tiene problemas de insomnio.
En este artículo hablaremos de este trastorno del sueño que afecta a tanta gente, así como el mejor tratamiento para el insomnio.
¿Qué es el insomnio?
Todos sabemos que el insomnio consiste en la disminución de la capacidad que poseemos para dormir. Sin embargo, es común que pasemos épocas en las que tengamos mayor dificultad para dormir: a esto se le llama insomnio situacional o transitorio, y suele estar motivado por acontecimientos estresantes y tener una duración menor a un mes.
El verdadero problema comienza cuando este permanece en el tiempo y se convierte en insomnio crónico.
Debemos preocuparnos, pero no en exceso
Si presentamos insomnio crónico es importante que nos preocupemos y actuemos, ya que este afecta y altera tanto nuestro rendimiento como nuestro estado de ánimo.
No obstante, a menudo la excesiva preocupación puede influir en la cronicidad del insomnio, ya que entramos en un círculo vicioso y provocamos una elevación de la actividad emocional y cognitiva antes de dormir que nos causará más alteraciones del sueño.
Tipos de insomnio
El insomnio se presenta de varias formas:
- Insomnio de mantenimiento: consiste en la dificultad para mantener el sueño de forma continuada durante la noche. Los pacientes suelen despertarse una o varias veces a lo largo de la noche y presentan dificultad para volver a dormirse, de modo que duermen un número de horas muy reducido.
- Insomnio de inicio: consiste en la dificultad para conciliar el sueño.
Causas del insomnio
Las principales causas del insomnio pueden ser médicas o externas:
- Médicas: pueden incluir alteraciones metabólicas, cardiovasculares, hormonales (embarazo y menopausia entre otras) neurológicas, digestivas, reumatológicas, urológicas y todas aquellas que produzcan dolor (fibromialgia, fracturas, cefaleas, etc. También pueden influir trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, ansiedad, depresión, etc., así como otras enfermedades del sueño como el síndrome de piernas inquietas o la apnea obstructiva del sueño entre otras.
- Externas: son todos los factores ambientales que influyen de forma negativa sobre el sueño. Destacan algunos como el uso y abuso de sustancias y medicamentos, los malos hábitos de sueño, los viajes frecuentes con cambio de zona horaria o los trabajos por turnos.
La importancia de la higiene del sueño
Es importante acudir a un especialista cuando manifestemos insomnio crónico, porque nos ayudará a combatirlo. Algunas pautas esenciales que pueden ayudarnos son aquellas relacionadas con la higiene del sueño, por ejemplo:
- Regular horarios para generar un “déficit de sueño” continuado que nos ayude a regular el sueño.
- No dormir siestas.
- No acostarse en la cama si no tiene sueño.
- No leer o ver la televisión en la cama.
- Levantarse de la cama si pasados 10-15 minutos no logra dormir. Ponga en práctica las técnicas enseñadas en terapia.
- Mantener una alimentación saludable, realizar ejercicio y limitar el consumo de tabaco y de alcohol.
La importancia de la terapia
La terapia es esencial para tratar el insomnio, ya que nos puede ayudar a gestionar los pensamientos sobre el sueño pero también otras preocupaciones que influyen en que no podamos dormir bien. La terapia pretende conseguir en usted un mayor autocontrol sobre el sueño a través de un control de los pensamientos. También es importante aprender a relajar el cuerpo.
Respecto al tratamiento farmacológico, se trata de la última opción. Primero se recomienda probar con terapia y, en caso de que no sea suficiente se recetará algún medicamento.
