Obesidad en Chile
Chile es el país líder internacional en obesidad, tanto en adultos como en niños, lo cual es el resultado de ingerir más calorías de las que se gastan con el ejercicio y actividades del día a día, acumulándose como grasa en el cuerpo. La obesidad es un factor de riesgo que causa enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, enfermedades al corazón, por lo que se puede considerar como una amenaza a la esperanza de vida.
Desde marzo de 2020, también se afectó la realización de actividad física, predominando actividades como el uso de la tecnología, favoreciendo un alto sedentarismo.
Hábitos alimentarios asociados a la pandemia
Debido al confinamiento por el COVID-19 se perpetraron y fomentaron malos hábitos alimentarios por el estrés, ansiedad y angustia que esto conlleva, lo cual impulsa a que las personas coman de manera excesiva y en grandes porciones, sobre todo alimentos con un alto contenido en azúcar ya que se consideran como alimentos reconfortantes, además de alimentos altos en grasas saturadas como la comida rápida. Si bien una alimentación variada e incluyendo todos los grupos de alimentos no disminuye las probabilidades de contagio, puede ayudar al sistema inmune a afrontarlo de una mejor manera por su alto valor nutricional.
Alimentación paciente COVID-19
Mantener una alimentación saludable no es complejo y es crucial para evitar un deterioro del estado nutricional que se asocia a la sintomatología del COVID-19, si bien los pacientes pueden tener un buen estado nutricional estos síntomas pueden interferir en que se logre una nutrición adecuada. Para la alimentación se considera una alta ingesta de proteínas, es decir, carnes blancas, pescado, huevo, legumbres y lácteos debido a que permiten la producción de anticuerpos que actúen frente al virus; un adecuado consumo de grasas saludables las cuales actúan contra la inflamación característica de la enfermedad, que son aportadas por alimentos como la palta, frutos secos, aceitunas y aceites vegetales; una ingesta proporcionada de carbohidratos a través del arroz, fideos, papas, pan, entre otros. Es importante un alto consumo de frutas y verduras de distintos colores, cada color aporta vitaminas y minerales diferentes para fortalecer el sistema inmune, pero se debe priorizar el consumo de frutas cítricas como la naranja, mandarina, kiwi, limón por el aporte de Vitamina C y su efecto antioxidante, es decir, proteger al cuerpo contra los daños provocados por el virus. Otra vitamina que se destaca por su efecto protector es la Vitamina D donde la principal fuente es la exposición solar 15 minutos al día de brazos y cara, también se encuentra en alimentos como los lácteos.
Es crucial llevar una alimentación variada, consumir alimentos de todos los grupos para obtener todos los nutrientes necesarios y evitar un deterioro del estado nutricional.
Información de quién promueve el comunicado
Pamela Aguilar Gelves y Alejandra Rivera Álvarez, estudiantes de 4to año de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Norte.