Hace mucho no me daba el tiempo de leer las redes sociales, llevo más de 3 meses fuera de Chile por razones laborales y turísticas. Me entristece ver la polaridad y violencia verbal que hay en los comentarios y argumentos políticos respecto a las próximas elecciones presidenciales; eres un “facho de ultra derecha“ o un “marxista de extrema izquierda”, pareciera no existir otra categoría de votante. La persona que plantea su postura es atacado inmediatamente por quien no piensa igual. Todos exigen tolerancia, pluralismo y respeto, sin embargo es lo que menos entregan.
Si desean cambios reales en la sociedad deben partir por casa, esa actitud solo nos lleva a un abismo como país, fomentando el individualismo, división, inseguridad y temor a un derecho tan básico como tener un punto de vista u opinión.
Este domingo el ganador, no será otro sino quien responda a la lógica de: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, por el que votarán democráticamente y por consecuencia de quienes no irán a votar también. Pero consideren que será el comienzo de una nueva etapa para replantearse la sociedad que queremos; pensar distinto es una oportunidad, de juntos, hacer cosas mejores, sin necesidad de destruir o descalificar al opositor.
Una nación dividida que genera incertidumbre no avanza y con la actual actitud de la ciudadanía, nuestro futuro no se ve muy próspero y ustedes mismos serán los responsables de no dejar que se cumplan los programas de gobierno de los dos candidatos, puesto ambos prometen avanzar.
Un gobierno no define quienes somos, pero las conductas de los ciudadanos si, miren alrededor y decidan quienes quieren ser; el que critica y divide o el que apoya y une. La tolerancia y el respeto no solo se piden, se practican.
Por Karol Jesús Lucero Venegas
