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Vitamina D, un nutriente esencial para nuestros huesos

¿Qué debemos saber  sobre la Vitamina D en la salud de las personas?

La Vitamina D o Vitamina del sol, es un nutriente esencial para el ser humano en todas las etapas del ciclo vital, donde sus principales fuentes son a través de alimentos y la exposición al sol. Esta vitamina participa en importantes funciones metabólicas y óseas, siendo una de las más destacadas la absorción de calcio y fósforo.

La vitamina D es una vitamina que se disuelve en grasas, también asociada a ser una hormona con innumerables acciones dentro del organismo humano. En el cuerpo humano existe de dos formas, la primera llamada ergocalciferol o vitamina D2 y la segunda colecalciferol o vitamina D3, la vitamina D2 es producida principalmente por plantas, mientras que la vitamina D3 es producida por la piel al exponerse a radiación ultravioleta, se estima que la mayoría de la vitamina encontrada en el organismo se almacena en el hígado y tejido adiposo (grasa corporal), y a la vez se transforma químicamente en el hígado y riñón.

¿Cuáles son sus principales funciones?

Una de las funciones más comunes y fundamentales de esta vitamina es la estimulación en la absorción corporal del calcio y fósforo, al contribuir en la absorción de estos minerales aumenta la concentración de estos en la sangre, lo que radica en que se lleve a cabo una mineralización ósea adecuada en los huesos y dientes, además se ha asociado a diversos efectos entre los que destaca su acción sobre la protección de la salud ósea, hipertensión, diabetes tipo II, niveles de colesterol, anticancerígeno e inmuno estimuladora. Además, mantiene el equilibrio y aumenta el calcio de la sangre a un nivel fisiológicamente aceptable (ya que moviliza sus depósitos que se encuentran en los huesos) para que desempeñe sus acciones metabólicas normales del organismo.

¿Quienes son más propensos a tener un déficit de Vitamina D?

En cuanto a su deficiencia, los grupos etarios con más factores de riesgo son los escolares, adolescentes,  adultos mayores, mujeres post menopáusicas, embarazadas y vegetarianos en todas sus clasificaciones, dentro de las deficiencias más comunes se encuentra el raquitismo (enfermedad que provoca malformación de huesos y dolor en bebés), osteomalacia (trastorno en que los huesos se vuelven blandos, por lo general en mujeres adultas, debido a la pérdida de calcio),  osteoporosis (condición en la que los huesos se vuelven frágiles y porosos), huesos y dientes mal desarrollados y espasmos musculares (tetania). Se ha comprobado que el calcio, junto con la vitamina D, ayudan a curar fracturas óseas debidas a la osteoporosis y reducen el riesgo de futuras fracturas de huesos. Además, la vitamina D ha demostrado un efecto beneficioso en la función y fuerza muscular, con lo cual reduce el riesgo de caídas.

¿En dónde se encuentra  la Vitamina D?

Como bien se mencionó, la forma de vitamina D calciferol (D3), se puede encontrar en formas alimentarias de origen animal, tales como el huevo, hígado, leche,  bebidas lácteas fortificadas, pescados grasos como el salmón y atún, mantequilla y margarina fortificadas y los rayos del sol, siendo este último la mejor fuente de vitamina D.

Se estima que la exposición solar de 5-15 minutos/día en cara y brazos durante la primavera, verano y otoño es capaz de mantener los depósitos de la vitamina en niveles adecuados. Algunos factores que interfieren en la absorción de la vitamina a través del sol son los bloqueadores solares, población afroamericana o piel oscura, población hispana, cremas con protectores solar, estaciones del año como el invierno y lugares geográficos con poca luz solar.

En conclusión, la vitamina D es un nutriente esencial a lo largo de todo el ciclo vital, la cual está involucrada en diversos procesos metabólicos del cuerpo humano, y tiene un rol fundamental en la protección mineral del hueso, lo cual hace que sea fundamental consumir fuentes alimentarias adecuadas y en caso de que se encuentren en el mercado alimentos fortificados sumado a una buena exposición solar diaria.

Javiera Pimentel; Jorge Suazo; Rocío Torres

Nutrición Comunitaria, Universidad Católica del Norte

Javiera.pimentel@alumnos.ucn.clJorge.suazo@alumnos.ucn.cl–  rocio.torres@alumnos.ucn.cl

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