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Oceana busca frenar construcción de puerto Cruz Grande y solicita al Tribunal Ambiental revisar caducidad de su permiso

Al igual que la iniciativa minera portuaria Dominga, el proyecto de CAP busca instalarse en medio del archipiélago Humboldt.

Este 4 de noviembre se realizarán los alegatos ante el Segundo Tribunal Ambiental (2TA) de Santiago, donde la organización de conservación marina Oceana solicitará la caducidad del permiso ambiental del puerto Cruz Grande, la que fue previamente negada por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). El proyecto de la Compañía Minera del Pacífico, también conocida como CAP, obtuvo su permiso ambiental o Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable a fines de enero de 2015, fecha desde la cual la empresa tenía cinco años para iniciar la ejecución del proyecto, lo cual no sucedió.

“La caducidad es una institución de la ley de bases de medio ambiente que básicamente busca que los proyectos se construyan en las condiciones en las que se evaluaron y no en las nuevas condiciones que existen luego de más de cinco años. En este caso ya se cumplió ese tiempo sin iniciar las obras, por lo que debiera operar esa institución”, aseveró Ezio Costa, abogado representante de Oceana. “Hay, adicionalmente en el caso, incumplimientos por parte del proyecto, que también deben ser analizados por el Tribunal, puesto que lamentablemente la Superintendencia del Medio Ambiente no los valoró adecuadamente”, agregó.

Al 2 de febrero de 2020, el proyecto Cruz Grande no había comenzado su ejecución por lo que correspondía que la SMA caducara el permiso, como fue solicitado por Oceana. Hay que recordar que la caducidad tiene por objeto que los proyectos aprobados ambientalmente sean ejecutados en condiciones similares a aquellas que se tuvieron a la vista durante la evaluación ambiental del mismo. 

Adicionalmente, el análisis de la RCA de Cruz Grande arrojó que la empresa incumplió la normativa vigente, al no realizar una serie de obras a las que se había comprometido previo a su construcción y que tenía como propósito proteger una serie de especies en estado de conservación. Dentro de los trabajos que no se concretaron están la creación de un área de protección privada; un catastro, rescate y relocalización de cactáceas; el monitoreo estacional de aves y mamíferos marinos; la densificación experimental del lucumillo; y el desarrollo de un plan de rescate y relocalización de fauna silvestre. Ninguna de estas obras se llevó a cabo.

“Nuevamente se busca ayudar a un proyecto que no cumple con la legislación vigente, ya que la Superintendencia del Medio Ambiente debió caducar su permiso al no haberse dado inicio del mismo”, señaló Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana. “El puerto Cruz Grande pone en riesgo a uno de los ecosistemas marinos más importantes de toda la corriente de Humboldt y al igual como ocurrió con el proyecto minero portuario Dominga, no presentó información básica que permitiera evaluar los impactos que tendrían las embarcaciones en esta zona”, añadió

CAP Minería ingresó el proyecto Cruz Grande al proceso de evaluación ambiental en 2012, y obtuvo la RCA favorable el 30 de enero de 2015. Tras ello, diversas organizaciones locales y nacionales presentaron reclamaciones en contra de la empresa ante el Comité de Ministros, el que, si bien las acogió parcialmente, no rechazó el proyecto estableciendo medidas para arreglarlo. Luego se presentaron reclamaciones ante el 2TA, las que fueron desestimadas. Posteriormente se presentó un recurso de casación que igualmente fue rechazado por la Corte Suprema, permitiendo la aprobación del proyecto.

Área Marina Protegida en el archipiélago Humboldt

Cruz Grande se emplazaría a solo cinco kilómetros de donde pretende instalarse el controvertido proyecto minero portuario Dominga de Andes Iron. Ambos puertos pretenden su construcción en medio del Archipiélago Humboldt, una zona reconocida internacionalmente por su rica biodiversidad, en donde transitan y se reproducen ballenas y delfines, además de ser hogar de la población de pingüinos de Humboldt más grande del mundo, razón por la cual los proyectos han sido ampliamente cuestionados por la comunidad científica.

En medio de los intentos por frenar la industrialización del archipiélago Humboldt, las gobernaciones de Atacama y Coquimbo presentaron un plan conjunto para proteger este ecosistema marino. En un acto convocado en la caleta de Punta de Choros, el gobernador de Atacama, Miguel Vargas, junto a la gobernadora de Coquimbo, Krist Naranjo, señalaron que impulsarán la creación de un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos sin mega puertos, en donde se puedan desarrollar sólo las actividades sustentables que actualmente tienen lugar en el sector, como son la pesca artesanal y el turismo de avistamiento.

En la ocasión, ambas autoridades fueron acompañadas por los dirigentes de la pesca de las comunas de La Higuera y Freirina, quienes aprovecharon la oportunidad para volver a señalar que, como habitantes del archipiélago esperan que el lugar sea protegido y no se permita la instalación de industrias que impacten el ecosistema marino y sus fuentes sostenibles de trabajo.

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