Un psicólogo social y antropólogo, una filósofa y un historiador –todos, académicos de la Universidad de Santiago- explican cómo han repercutido las manifestaciones previas a la pandemia del coronavirus en el país.
Este lunes 18 de octubre se cumplen dos años desde el estallido social. Para la Directora del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago, Diana Aurenque, lo que ha venido generándose desde 2019 a la fecha es la consolidación de un diagnóstico: la falta de protecciones sociales que afecta a la población.
“En estos dos años, esta necesidad no fue acallada por la pandemia, sino muy por el contrario, acentuada. Los bonos e ingresos de emergencia, los retiros del 10%, por un lado, así como la desprotección de quienes trabajan informalmente, por el otro, hicieron evidente la falta de garantías sociales en la que viven muchísimos chilenos”, sostuvo Aurenque.
La filósofa consideró que otro cambio que ha operado en Chile tras el estallido es que la ciudadanía es más exigente respecto de sus derechos. “Chile es hoy, un país más consciente de sus inequidades, aun cuando las soluciones no han llegado, y para ello el feminismo ha sido clave. Pues desde las calles se ha instalado en las conversaciones familiares, en las agendas políticas y en las academias”, afirmó.
El psicólogo social, antropólogo y académico de la Usach, Sergio González, considera que el estallido, pese a las manifestaciones, evidenció la esperanza de la ciudadanía en la construcción de una nueva institucionalidad para el país. “Chile no soporta más abusos, malestar anclado en que hay injusticias profundas”, afirmó.
Para González, el país se encuentra en este momento en una fase de cambio que no ha terminado de asentarse. “Todavía tendremos un escenario difícil y con mucha incertidumbre, agravada por la pandemia, que sigue siendo una variable presente. Hay que seguir estando alertas a problemas e injusticias generadas por la pérdida de fe en las instituciones”, enfatizó.
Opinión distinta tiene el académico del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago, Igor Goicovic. Para el historiador, la manifestación de hace dos años evidenciaba un profundo descontento hacia el sistema económico y político, pero la institucionalidad aún no ha dado respuestas concretas frente a estas demandas.
“Los cambios no han sido sustantivos. El modelo neoliberal sigue vigente y los principales actores empresariales y políticos del país se esfuerzan en reestructurarlos, a efectos de darle continuidad. Además, las principales figuras del régimen político son las que siguen disputándose los cargos de representación popular”, concluyó.