El infectólogo de la Usach, Ignacio Silva, enfatizó que las medidas para enfrentar el COVID-19 “son dinámicas” y que la autoridad sanitaria debe estar atenta frente a eventuales cambios en la curva epidemiológica. El jefe del Grupo Epidemiológico Matemático de la U. de Santiago, Felipe Elorrieta, advirtió que en Arica y Aysén habría un alto nivel de contagios.
Esta semana, el Ministerio de Salud anunció cambios en las restricciones de la situación sanitaria del país. Informando que ya no se renovará el Estado de Excepción y que desde el viernes 1 de octubre ya no habría toque de queda, la subsecretaria Paula Daza dio a conocer modificaciones en el Plan Paso a paso, que ahora tendrá cinco etapas y eliminará la fase de cuarentena.
Para el infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, el momento actual permite disminuir las restricciones y tener más libertades, pero consideró necesario mantener la cautela, porque esta situación podría cambiar.
“Estas situaciones son dinámicas y tenemos que estar atentos ante eventuales cambios a la curva epidemiológica. Eventualmente, podríamos necesitar reinstaurar algunas de estas medidas”, sostuvo.
Coincidió el jefe del Grupo Epidemiológico Matemático (GEMVEP) de la Usach, Felipe Elorrieta. Además, advirtió que algunas regiones, incluso, estarían aumentando sus cifras de contagios.
“En las últimas semanas, la mayoría de las regiones han aumentado y, particularmente, nos preocupa mucho Arica y Aysén, que son regiones con un nivel de contagio alto. En el caso de Arica, ya superaron los diez casos diarios por cada cien mil habitantes, que era el criterio del Plan Paso a Paso para retroceder a cuarentena”, indicó.
“Estos nuevos brotes están relacionados con la variante Delta. En este momento, tenemos un 60% de los casos con Delta. Hay que pensar que esta variante es más contagiosa”, señaló.
Silva emplazó a mantener el llamado a usar mascarilla, mantener el distanciamiento físico, ventilar espacios cerrados, privilegiar reuniones sociales al aire libre y seguir avanzando, lo más rápido posible, en el programa de vacunación, sobre todo en niños y adolescentes.
“Mientras esta percepción de riesgo se mantenga, la comunicación sea adecuada y la vigilancia genómica sea correcta, podemos tener más libertades y aprovechar este momento con responsabilidad y eventualmente, si es que es necesario ante nuevas olas de contagio, poder reinstaurar estas medidas de manera progresiva y preventiva”, concluyó el médico del Hospital Barros Luco.