El índice de Precios al Consumidor tuvo una variación de 0,4% en agosto, lo que llevará a la Unidad de Fomento (UF) por sobre los $30 mil. “En términos simples, si una persona pagaba en agosto de 2020 un dividendo de $100 mil, ahora ya está pagando casi $105 mil”, explica académico.
El costo de la vida sube otra vez. Así lo corroboró el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) tras informar que durante agosto el índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una variación de 0,4%, acumulando una inflación de 4,8% en los últimos 12 meses. Esto impulsado por sectores como vivienda, servicios básicos, restaurantes y hotelería.
¿Pero qué significa en la práctica? Que la Unidad de Fomento (UF) superará los $30.000, elevando el costo de todos los bienes, productos y servicios que se calculan en esta modalidad.
“En términos simples, si una persona el año pasado, en agosto de 2020, pagaba $100 mil en dividendo, en agosto de este año ya está pagando casi $105 mil. El problema es que los salarios no suben tan rápido como aumentan los precios o el IPC, entonces, lo más probable es que las personas estén viendo que su sueldo no se ha movido y que, sin embargo, las cosas que consumen se han vuelto más caras. Es decir, el poder adquisitivo ha ido disminuyendo”, advierte Esteban Carrasco, director Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián.
“Ese es el riesgo que tiene una presión inflacionaria, porque en la medida que esto se acelera, el valor del dinero es cada vez menor. O sea, con el mismo sueldo nos alcanza para menos cosas. Eso es altamente preocupante y, por supuesto, frustrante”, agrega.
Así, valores de viviendas, arriendos, dividendos, créditos hipotecarios, entre otras cosas, se ajustarán al alza.
Inflación y su círculo vicioso
Con la variación de 0,4% del IPC agosto, la inflación 2021 ya se sitúa en 3,2% , mientras que el índice salta a 4,8% en los últimos doce meses, su mayor nivel desde enero de 2016. “Es una cifra preocupante”, comenta el académico.
“Cuando hablamos de inflaciones muy altas, ocurre que la gente se preocupa y apenas le pagan el sueldo, sale a comprar para que le alcance la mayor cantidad de cosas posible. Eso genera un círculo vicioso, ya que al estimular la compra, suben los precios y con ello la inflación, generando un fenómeno que es difícil de controlar”, explica.
Por eso, el Banco Central -cuya labor es mantener la inflación controlada- elevó la semana pasada la tasa de interés en 0,75 puntos a 1,5%, tratando de frenar el consumo. La alta liquidez que hoy existe en el mercado -gracias a las ayudas del Gobierno y los retiros del 10%- “ha permitido que la gente quiera comprar más cosas, pero la disponibilidad aún no ha sido capaz de ajustarse a esta mayor demanda, presionando los precios al alza”, precisa Carrasco.
A modo de ejemplo, “todos los años, en agosto, estábamos acostumbrados a ver grandes ofertas por parte de las automotrices, lo que esta vez no sucedió. Por el contrario, el reporte del INE da cuenta de una subida en el precio de los autos nuevos”.
¿Qué se espera para los próximos meses? Según el especialista, el mercado prevé que si la inflación se escapara o se descontrolara, el Banco Central podría tomar una nueva decisión en torno a volver a subir la Tasa de Política Monetaria. Pero “esto no debería ser durante este año. Si la inflación continúa alta, durante el primer trimestre o mediados del próximo año podría venir una nueva alza importante”.
