Hace más de seis años Andrea Castillo Flores incentiva a los estudiantes de la escuela Patricio Lynch de Andacollo a mirar el cielo y descubrir los misterios del universo. La divulgadora astronómica y monitora del taller de Astronomía no sólo estimula sus aprendizajes, sino que además promueve la lucha contra la contaminación lumínica. Motivos suficientes para que recibiera el premio IDA (International Dark-Sky Association) 2020.
La noticia sorprendió a la monitora, quien indicó que, pese a no saber cómo la identificaron es “un reconocimiento por el trabajo que hago con la brigada”. Asimismo, recalcó que el premio que cada año otorga la IDA a líderes que destacan por contribuir a la lucha contra la contaminación lumínica, en esta ocasión se entregó a “15 personas a nivel mundial y de América Latina solamente salieron dos: en Guatemala y Chile”.
Desde la escuela Patricio Lynch se destacó el reconocimiento, resaltando la contribución del taller de astronomía al fortalecimiento de los distintos aprendizajes del currículum escolar. “El taller tiene mucho que ver con Matemáticas porque las distancias entre la tierra y el sol son distintas a las que los niños manejan habitualmente. También se relaciona con Ciencias en los cursos más pequeños, ya que ven el sistema solar y los planetas”, indicó la directora del establecimiento, Marllory Villar Cortés.
Un temprano interés por la Astronomía
Desde pequeña, Andrea Castillo, tuvo un marcado interés por la Astronomía, pero las circunstancias de la época no le permitieron explorarla. “Siempre tuve un interés, pero era difícil antes porque el mundo era más machista, en el sentido de que algunas cosas eran para niñitos y otras para niñitas. Yo vine a conocer el Planetario de Santiago ahora grande y en cambio mi hermano lo conoció a las 8 años”, comentó.
Pero esto cambió cuando en el año 2004 tuvo la oportunidad de realizar un curso de guías para el observatorio de Collowara de Andacollo, como una forma complementar su labor como guía turística de ese entonces. “Después hice un segundo curso porque me quedó gustando y luego tomé el diplomado de Divulgación Astronómica en la Universidad de La Serena, que se enfocaba a enseñar”, comentó. Con esta preparación y su pasión, Castillo comenzó a realizar los talleres de astronomía, primero en el colegio Nuestra Señora del Rosario y luego en la escuela Patricio Lynch.
Más que un taller de Astronomía
En una tarde de reflexión con los estudiantes, Castillo comentó que surgió la idea de formar la “Brigada de Protección de los Cielos de la región de Coquimbo”. “Queríamos ser más que un taller de astronomía, poder dejar algo”, precisó. Es así como se habilitó un nuevo espacio para que los niños y niñas interesados en esta ciencia pudieran aprender más sobre cohetería, astronáutica, carrera espacial y otras temáticas.
No obstante, el foco principal de la brigada es precisamente proteger los cielos de la región de la contaminación lumínica y en ese contexto han desarrollado diversas actividades en la escuela y más allá de las fronteras de Andacollo. “Han estado en La Serena y en Coquimbo promoviendo la protección de los cielos porque la mayoría de la luminarias apuntan hacia arriba y no corresponde, entonces los niños eso lo saben y explican”, comentó la directora de la escuela.
Más allá del reconocimiento, la divulgadora astronómica destacó que su mayor logro ha sido instalar una conciencia permanente en los alumnos respecto a la protección de los cielos, que va más allá de su paso por la escuela. “El mensaje llega a todos los niños, pero ver que uno de ellos siga participando con nosotros, es algo que me llena y me hace sentir realizada, ver que el trabajo que comencé hace años tiene frutos”, señaló.
