La importancia del trabajo de ENAMI llevó a que este 2020 la estatal aumentara a US$ 6,5 millones los recursos destinados para programas e instrumento de fomento a lo largo del país, cuya ejecución a agosto llega a los US$ 3,7 millones con 137 iniciativas aprobadas y en distintas etapas de ejecución.
“Si no hubiese sido por los aportes que me ha hecho ENAMI este 2020, en realidad yo ya no estaría como minera. En realidad, estaba muy mal y me iba a retirar, pero gracias al aporte de la empresa sigo en mi actividad y creo que para un largo tiempo porque estamos descubriendo más minerales y haciendo más avances y eso me tiene contenta”, comenta Elda Olivares, productora minera con más de 30 años de oficio en la región de Coquimbo.
Y es que precisamente la estatal en los últimos años ha reforzado sus programas de fomento, así como su trabajo en terreno, lo que ha permitido concretar una inversión de US$ 6,5 millones para programas e instrumento de fomento, cuya ejecución a agosto llega a los US$ 3,7 millones con 137 iniciativas aprobadas y en distintas etapas de ejecución a nivel país.
Un ejemplo de este fomento con impacto es el Programa de Reconocimiento de Recursos y/o Reservas Mineras, que le permitió a Elda Olivares dar continuidad a su Mina San Andrés, que explota desde el 2000, gracias a una inversión de US$ 69 mil otorgada por la estatal este año.
Por su parte, buscando expandir las oportunidades de desarrollo y gestionar nuevas líneas de fomento con impacto para el sector, durante el recorrido efectuado por el gerente de Fomento y Minería, Felipe Carrasco, a los yacimientos de productores mineros de Ovalle, Illapel y Cabildo, el ejecutivo también destacó la asistencia técnica de los profesionales de la estatal, lo que ha permitido concretar nuevos proyectos, esto con el aporte y documentación de ingenieros y geólogos quienes ejecutan análisis de reservas de los yacimientos y estudios distritales para definir la presencia de mineral en zonas determinadas.
Estudios que han sido un aporte para los mineros de la zona, como el caso del productor Patricio Guzmán, quien arrienda la Mina Parcelita de ENAMI, la que tras un trabajo de reconocimiento de recursos subterráneos pasó a labores de explotación a rajo abierto, proyectando la extracción de 30 mil toneladas de cobre.
“Después de haber hecho un reconocimiento de reservas subterráneo, salió bastante positivo en término del volumen de las reservas, por lo que tomamos la decisión, junto a los profesionales de ENAMI, de hacer un trabajo a cielo abierto. Este trabajo lo llevamos desarrollando desde hace tres meses y esperamos contar con recursos por sobre las 30 mil toneladas. En estos momentos somos 16 trabajadores y proyectamos 25 puestos de trabajo en total para el desarrollo de los trabajos”, explicó el productor minero de Ovalle.
Se trata de iniciativas que reimpulsan proyectos que sustentan economías de decenas de localidades que viven de la pequeña minería. En ese sentido, en las oficinas de Ovalle e Illapel, en la Región de Coquimbo, el área de fomento ha llevado adelante iniciativas por US$ 668 mil – 509 millones de pesos- este 2020, entregando un nuevo sentido al rol social de la estatal en medio de la pandemia del Covid-19.
Recursos a los que se suman los $479 millones que se entregarán a productores, asociaciones y sindicatos mineros tras la aprobación de 128 proyectos -entre iniciativas individuales y asociativas- presentadas al Programa de Capacitación y Transferencia Tecnológica para la Pequeña Minería Artesanal (PAMMA) y que corresponde al 30,9% del total de recursos asignados a nivel nacional.
“Los recorridos que realizamos permanentemente con el equipo de fomento permiten tomar el pulso en terreno. Creo que vamos por buen camino y el trabajo que realizan los miembros de ENAMI, tiene un valor enorme para nuestro país”, puntualizó el gerente de Fomento y Minería de ENAMI.