La comuna ubicada al norte de la región de Coquimbo posee uno de los niveles de incidencia más altos del país.
Por estos días, la atención está puesta en la actuación de las personas que hace más de una semana entraron en cuarentena obligatoria en la conurbación La Serena – Coquimbo, medida decretada debido al alto número de casos de COVID. Sin embargo, al norte de la región de Coquimbo, la comuna de La Higuera se encuentra en estado de alerta ante el creciente aumento de contagios, situación que preocupa a la población y que ha provocado la molestia de las autoridades que reclaman urgentes soluciones.
En su reporte diario, la SEREMI de Salud informó este lunes cuatro nuevos casos pertenecientes La Higuera, aumentando a 28 casos activos de COVID en una comuna con alrededor de 4.500 habitantes. Esto es más inquietante aun tomando en cuenta el número de contagios por cada 100 mil personas, registrando una tasa de incidencia acumulada de 1955,5, −según el Minsal− liderando estos registros en la región de Coquimbo y siendo una de las más altas del país.
Las cifras preocupan especialmente al alcalde Yerko Galleguillos, quien no oculta su desazón ante esta realidad. “Estoy bastante molesto dada la nula respuesta de la autoridad sanitaria con nuestra comuna. Hace 10 días formalicé mi preocupación enviando un correo a la intendenta Lucía Pinto, al seremi de Salud y al jefe de Defensa, indicando que La Higuera aparecía como la cuarta comuna con el nivel de incidencia más alto del país”.
El jefe comunal de La Higuera, observando los buenos resultados en el Limarí con el Plan Ovalle, demanda transcribir una iniciativa similar para la zona, evitando así un incremento de casos que a la fecha ya cobrado la vida de una persona.
“Si bien es cierto somos una comuna de pocos habitantes, los datos porcentuales son muy elevados. Es por eso que le exijo a la autoridad sanitaria que por favor hagan algo con La Higuera, ya que la comuna necesita más que nunca de su ayuda y de una intervención, así como se intervino Ovalle”, sostuvo.
A mediados de julio, el nerviosismo surgió tras conocerse que el brote de coronavirus tuvo su origen concretamente en el CESFAM y el municipio ubicados en la capital comunal, aplicando inmediatamente el protocolo dispuesto por la autoridad. Sin embargo, según el alcalde Galleguillos, “hasta la fecha esa situación se ha diseminado y ha llegado a otros sectores donde existen barreras sanitarias instaladas por parte de los vecinos con mucho esfuerzo y sacrificio, apareciendo incluso en pequeñas localidades y muy rurales como Quebrada Honda de no más de 50 personas”.
De acuerdo al edil, el emplazamiento también está respaldado íntegramente por el Concejo Municipal que ha expresado su preocupación en las últimas sesiones, sugiriendo poner en marcha un plan de trabajo conjunto de manera urgente.
“Lamentablemente no se puede seguir sugiriendo, necesitamos obligar. Nosotros, los alcaldes, hemos sido denunciados a la Contraloría y a la Fiscalía por adoptar medidas que no nos corresponden, de las que no tenemos atribuciones, por lo tanto, exijo ayuda a las autoridades y a las instituciones que hoy sí tienen esas facultades”, concluyó.
