Infectóloga y broncopulmonar del Hospital de La Serena recomiendan extremar las medidas para protegerse del COVID-19 y otras enfermedades respiratorias de cara al invierno.
La nieve y las precipitaciones caídas han sido una positiva noticia para la Región de Coquimbo, en medio de la peor crisis sanitaria del último siglo. Y es que este sistema frontal constituyó una suerte de “respiro” a la intensa sequía que vive la zona hace ya varios años. Para estos días y hasta el próximo domingo, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA)pronosticó bajas temperaturas, con mínimas que podrían llegar a los 3°C en la costa.
Pero en la compleja realidad que estamos viviendo, bien vale preguntarse ¿podría esto aumentar la propagación del Coronavirus?La doctora Aldoaneth Leiva, infectóloga del Hospital de La Serena, indicó que “los cambios de temperatura, sobre todo si se relacionan con climas fríos, aumentan la cantidad de personas que se aglomeran en espacios cerrados y con poca ventilación. Es bien conocido que la infección por COVID-19 es a través de gotitas y por contacto, y que a mayor cercanía de las personas, mayor es la probabilidad de transmisión. Por lo tanto, se incrementarían las probabilidades de adquirir el virus”.
Además, la especialista explicó que “se ha indicado que en condiciones específicas, la debilidad del virus era mayor a mayores temperaturas, y que éste se destruía fácilmente, en unos 2 minutos, a temperaturas cercanas a los 70 grados centígrados, lo que hizo inferir que en climas más cálidos la infección pudiese ser menor. Sin embargo, en Latinoamérica uno de los países más afectados es Brasil, que tiene un clima tropical y aun así, hemos observado que la cantidad de casos y mortalidad es bastante elevada allí, por lo que el clima propiamente tal, no habría tenido un impacto en disminuir la transmisión”.
Al respecto, la doctora Alexandra Reyes, médico broncopulmonar del recinto asistencial serenense, señaló que a la pandemia, se suman “otros virus que habitualmente circulan en esta época del año, como la gripe o el resfriado. El frío por sí mismo no se convierte en un propagador para el COVID-19, pero sí se ha visto que durante las temperaturas más bajas, los hábitos sociales pueden influir en la propagación de esta enfermedad”.
Por ello, resulta vital no bajar la guardia,pese al paso del tiempo, y seguir manteniendo todas las medidas necesarias para cuidarse de este letal virus, especialmente, de cara al invierno que comienza el próximo 21 de junio en nuestro país.“Hoy hay que ser incluso más cuidadosos que antes y reforzar aún más el distanciamiento social, mantener el metro y medio de distancia con respecto al resto, esta es una medida potente, probada y que reduce el contagio. Hay que evitar toda salida innecesaria y cumplir las cuarentenas obligatorias”, recalcó la doctora Leiva.
Cabe recordar que el Coronavirus se transmite a través de gotitas que expulsan las personas contagiadas, al hablar, toser o estornudar, y también mediante el contacto con una superficie contaminada. Por eso, la población tiene un rol clave en la lucha contra esta enfermedad y el llamado es a extremar los cuidados.
“Existen recomendaciones muy sencillas para evitar el COVID y las enfermedades respiratorias de esta época, protegiendo a nuestras familias, tales como vacunarse, lavarse las manos con aún mayor frecuencia, no tocarse la cara con las manos – especialmente la nariz, la boca y los ojos – alimentarse saludablemente aumentando el consumo de frutas, vegetales y proteínas y evitar el estrés, ya que ello debilita el sistema inmune, por eso es importante encontrar momentos en el hogar que nos ayuden a relajarnos”, sostuvo la doctora Reyes.
La especialista también hizo un llamado a ventilar las casas a pesar del frío, de tal modo que el aire circule y los gérmenes queden fuera del hogar, dormir en forma reparadora de 6 a 8 horas para que el cuerpo descanse y se recupere celularmente, evitar los espacios cerrados y concurridos aunque no estemos en cuarentena obligatoria, no auto-medicarse y reforzar las defensas para prevenirlas infecciones o posibilidades de contagio. Tampoco hay que olvidar utilizar mascarilla y mantener una correcta higiene respiratoria, estornudando o tosiendo en el antebrazo o en un pañuelo desechable.
¿CÓMO LAVARSE LAS MANOS Y USAR MASCARILLA CORRECTAMENTE?
Existen dos tipos de higiene de manos, uno, se realiza con agua y jabón, por al menos 40 segundos, y debe practicarse cuando éstas se vean visiblemente sucias. El otro, se puede llevar a cabo con alcohol gel por al menos 20 segundos. En ambos casos, el producto debe tener contacto con todas las superficies de las manos, lavándolas vigorosamente e incluyendo la zona interdigital, entre las uñas y el dedo pulgar.
En tanto, las mascarillas deben utilizarse en todo momento fuera del hogar, siempre cubriendo la boca y la nariz y evitando tocarse el rostro, ya que las manos pudieron estar en contacto con una superficie contaminada. Antes y después de retirarla, siempre debe lavarse las manos y evitar tocar su cara externa,sacándosela desde sus amarras o elásticos. Además, es fundamental preocuparse de que las mascarillas artesanales cubran las zonas señaladas y lavarlas frecuentemente con agua y jabón o con detergente para asegurar su eficacia.
LOS SÍNTOMAS DE ALERTA Y QUÉ HACER SI LOS PRESENTO:
Tos, fiebre y dificultad para respirar son los principales síntomas que pueden alertar el contagio del virus en una persona. Sin embargo, existen otros secundarios, como dolor abdominal o de garganta, cefalea, diarrea y pérdida transitoria del sentido del gusto y/o el olfato.
Si presenta alguno de los tres síntomas principales de alerta, debe acudir inmediatamente al servicio de urgencia más cercano, más aún si es parte de la población de riesgo, como adultos mayores, embarazadas o enfermos crónicos (hipertensos, diabéticos o personas con afecciones cardiacas).
Ante cualquier duda o consulta, puede llamar gratuitamente al Fono COVID-19 de la Región de Coquimbo, al 800 12 3960, de lunes a domingo, entre las 08:00 y las 23:00 horas. También puede ponerse en contacto con la línea Salud Responde Chile, al 600 360 7777, donde atienden profesionales de la salud las 24 horas del día, los 365 días del año. También puede ingresar a www.saludresponde.cl y solicitar una llamada.