La académica del Departamento de Psicología ULS se refiere a los efectos psicológicos que puede traer en las personas el enfrentarse al COVID-19, junto a recomendaciones a tener en cuenta durante periodos de aislamiento social.
Tras la llegada del COVID-19 a Chile y a la importante alza de casos de personas infectadas, se han entregado diversas recomendaciones para evitar su contagio, donde destacan principalmente mantener cierta distancia social y aislamiento en los hogares, por un periodo de al menos 14 días, especialmente en grupos de riesgo como niños o adultos mayores.
Sin embargo, al seguir estas recomendaciones, es importante considerar el factor psicológico que puede implicar en una persona el mantenerse aislado por este periodo de tiempo, ya que puede provocar distintos tipos de reacciones en quienes se mantengan en esta condición.
Es por ello que la académica del Departamento de Psicología de la Universidad de La Serena y Doctora en Psicología, Dra. Susan Galdames, explica las consecuencias que significa mantener un estado de aislamiento en una persona. “Para los adultos en general, el efecto de estar aislados va a depender de su personalidad, de los estilos de vidas previos, ya que algunos se sentirán más cómodos estando solos, van a tomarlo como algo positivo, mientras que otros se sentirán más ansiosos. Lo importante en ambos casos es poder desarrollar distintos tipos de actividades y generar una rutina frente a ellas, dejando de lado un estilo de vida más pasivo”.
La profesional indica además que “en gente joven, ocurre que en muchos casos hay un sentimiento de invulnerabilidad, de que nada les va o les puede pasar en este tipo de casos, pero lo importante es tomar conciencia del real riesgo que existente tanto para ellos mismos como para el círculo social que mantienen”.
La Dra. Galdames explica que si bien estos pueden ser momentos complicados en términos psicológicos y emocionales, es una experiencia que de igual forma genera cambios positivos en las personas. “Se ha visto que los sucesos estresantes y traumáticos también generan cambios positivos para el ser humano; debido a las capacidades que tenemos, podemos crecer también. Este remezón social va a reubicar nuestros afectos y valores, y nos va a hacer valorar la vida de una forma distinta, no complicarnos por cosas menores y también dar espacio para que personas muestren cualidades que incluso no sospechaban”.
Junto a ello, agrega que “el ser humano es un ser que se adapta y que socialmente nos vamos adaptando, todos tenemos la capacidad de adaptación aun cuando sea tan brusco el cambio como lo es ahora”.
Por otro lado, y a pesar de las recomendaciones, existe una gran cantidad de personas que se exponen constantemente a espacios públicos debido a las distintas responsabilidades que tienen, principalmente laborales. Al respecto, la académica ULS expresa que es importante enfrentar la situación desde la perspectiva del autocuidado, “todos tenemos formas de afrontar las situaciones y, en este caso, para las personas más emocionales, lo vivirán con mucha angustia, mientras que las personas que son más prácticas, le dan un mejor curso a una situación de estrés; sin embargo, el desafío para las personas que están saliendo hoy en día es el de salir con conciencia de vulnerabilidad, porque sería más fácil negar la situación, como si nada pasara, por lo cual se requieren medidas de cuidado antes de salir del hogar para evitar estar en contacto el COVID-19”.
Cuidados en adultos mayores
Además, la experta se refirió a los cuidados especiales que hay que tener en cuenta en el caso de los grupos de riesgo, principalmente con los adultos mayores, al verse enfrentados a un periodo de aislamiento. “Este tipo de situaciones genera una sensación de ser vulnerable, que puede llevar incluso a algunos a cerrarse y evitar la situación. Así como hay distintas personalidades, hay distintas formas de abordar este tema, entonces puede haber algunos adultos mayores que busquen negar la situación y hacer como que nada pasa, versus otros que se sentirán más vulnerable y buscarán apoyo. Es por ello que es importante mantener la comunicación con ellos, si bien no se puede llevar un proceso físico de comunicación, sí podemos utilizar diversos medios para expresar nuestro afecto y compañía, evitando ese sentimiento de soledad en adultos”.