En doce meses, la estimación del total de ocupados creció 3,0%, incidida tanto por los hombres (2,7%) como por las mujeres (3,6%). Según tramo etario, el alza de la ocupación se debió principalmente al segmento de 25-49 años (7,2%).
En relación a sector económico, los ocupados crecieron impulsados, principalmente por minería (30,1%), enseñanza (16,9%) y actividades financieras y de seguros* (110,3%), mientras que por categoría ocupacional, destacó el incremento de los asalariados sector privado (2,8%).
La tasa de ocupación informal fue 35,4% descendiendo 1,0 pp. en doce meses. Por otro lado, los ocupados informales aumentaron 0,4%, incididos sólo por mujeres (5,7%), en tanto las principales categorías ocupacionales que incidieron en el periodo fueron personal de servicio doméstico* y familiar no remunerado.
La tasa de desocupación fue 5,6%, disminuyendo 1,2 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, como consecuencia del mayor aumento de los ocupados (3,0%), en relación a la expansión de la fuerza de trabajo (1,8%). En tanto, los desocupados disminuyeron 15,8%, incidido mayoritariamente por quienes buscan trabajo por primera vez*.
La tasa de participación alcanzó 59,4%, disminuyendo 0,6 pp. en un año. Por su lado, la tasa de ocupación se situó en 56,0%, creciendo 0,1 pp. en doce meses. Por su parte, la población fuera de la fuerza de trabajo se expandió 4,3%, influida principalmente por el incremento de los inactivos potencialmente activos (65,1%).
Al respecto el Seremi del Trabajo y Previsión Social, Matías Villalobos, se mostró cauto ante las cifras y dijo que “si bien estos datos son bastante positivos, como gobierno lo tomamos con mucha cautela puesto que lamentablemente producto del estallido social y principalmente de los hechos delictuales que se vivieron en la región de Coquimbo sabemos que se han perdido empleos, pero que afortunadamente han sido contrarrestado por otros sectores que sí están generando trabajos en nuestra región, como lo es precisamente la minería”.
