El campesino optó por las higueras, frutales reconocidos por su bajo requerimiento de agua y larga vida útil.
La situación de escasez hídrica en la región de Coquimbo se ha convertido en una problemática permanente para los productores rurales, quienes con grandes esfuerzos se han mantenido firmes en sus predios pese a esta difícil condición.
Una de las fórmulas para continuar con su labor ha sido la reconversión de sus producciones, cambiando en muchos casos la actividad que realizaron por largos años por especies que responden de mejor manera al clima y sobre todo con un menor requerimiento del vital elemento.
Tal es el caso de Alejandro Campusano, quien aceptó el desafío de optimizar su campo en el sector de San Pedro Nolasco, Altovalsol, en la comuna de La Serena. Tras dedicarse por años al cultivo de hortalizas decidió dar un giro y optar por las higueras, proceso guiado por el equipo de extensión del programa PRODESAL que el INDAP ejecuta en convenio con la Municipalidad de La Serena.
“Me decidí hacer este cambio ya que es una de las plantas que consumen menos agua. Mientras los cítricos consumen 50 o 60 litros de agua, las higueras consumen 17 litros. Es una planta noble que aguanta la sequía y casi no tiene pestes por lo que podemos dar un manejo agroecológico también”, indica el agricultor.
Alejandro agrega que hacer este cambio productivo no fue una determinación fácil pero que lo hizo muy informado y con el convencimiento de lo positivo que será para sus ingresos y señala que “estoy entusiasmado, hay mercado, es una apuesta que debo hacer para adecuarme a la sequía y a la condición que hay con el calentamiento global, hay menos agua y tenemos que adaptarnos”.
Respecto de la importancia de la reconversión de cultivos frente a la situación climática actual, el Director Regional de INDAP, José Sepúlveda, comentó que “lo que está haciendo Alejandro es una medida muy recomendada para que la agricultura en general se siga desarrollando en nuestra región. Sabemos que la situación de escasez hídrica es una realidad hace muchos años y que al no haber precipitaciones la condición se complica todavía más. Al optar por una especie que necesite un menor requerimiento de agua se apuesta por una optimización del recurso, es una apuesta sustentable”.
Por su parte el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, valoró la determinación de Alejandro, quien optó por un tipo de producción que se abre paso en la región. “La higuera es una especie rústica y por lo tanto de gran vida útil. Vemos de manera positiva el optar por este tipo de especies, tolerante a la falta de agua y que puede sobrevivir por largos años resistiendo las condiciones climáticas variables de nuestra zona”.
Sobre la comercialización de los frutos que tendrá en un par de años más, el usuario de INDAP espera venderlos como frutos frescos y secos, además de destinar una parte para elaborar dulces y mermeladas.
