Antecedentes técnicos y científicos revelan la insuficiencia del proyecto.
Como un gran paso calificaron desde Alianza Humboldt el fallo dado a conocer por la Corte Suprema. Tras meses de espera, el máximo tribunal desestimó los argumentos presentados por Andes Iron, titular del proyecto minero portuario Dominga, que había acusado vicios formales en el rechazo que su iniciativa había sufrido en el Comité de Ministros y la Comisión Regional.
Además, la Corte Suprema acogió los argumentos de los opositores al proyecto, las cuales señalaban que el Primer Tribunal Ambiental no se había pronunciado sobre los aspectos técnicos y científicos que avalaban el por qué Dominga debía mantenerse rechazado.
“La sentencia de la Corte Suprema termina por sepultar el proyecto minero portuario Dominga porque rechaza que el Comité de Ministros y la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo hayan incurrido en algún tipo de vicio formal, que es lo que esgrimía Dominga”, señaló Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana, organización miembro de la Alianza Humboldt. “Ahora el Tribunal Ambiental tendrá que ver los temas de fondo, que son la deficiencia en la línea de base y sobre la cual prácticamente todos los científicos relevantes del país han señalado que es insuficiente”, agregó.
Por su parte, el director ejecutivo de ONG FIMA, el abogado Ezio Costa, explicó que el fallo “acoge casi todas las reclamaciones que nosotros hicimos. Se nos da la razón en cuestiones muy relevantes como el hecho de que los terceros pueden interponer recursos de casación, con eso se amplía el acceso a la justicia”. Costa añadió que “este fallo tiene consideraciones muy notables como la falta de cuidado que existió por parte del Tribunal Ambiental en revisar las cuestiones de fondo, habiendo hecho solo un análisis de forma que era evidentemente poco profundo, sin dejar espacio para la verdadera discusión sobre los impactos”.
La sentencia del máximo tribunal señala que “esta Corte ordenará remitir los antecedentes al referido tribunal para que se pronuncie respecto de aquellas materias que fueron omitidas”, agregando que el Primer Tribunal Ambiental “a través de Ministros no inhabilitados, conocerá y decidirá el fondo del asunto debatido, vinculado a las materias respecto de las cuales se omitió pronunciamiento”.
Desde Alianza Humboldt señalaron que se trata de un paso muy importante para intentar preservar el Archipiélago Humboldt, un lugar único en el país. “Llama la atención que nuevamente sea la Corte Suprema la que señale el camino que se debe seguir en materia de protección ambiental”, afirmó Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile. “Ojalá el gobierno comprenda que debe estar más cerca de las personas y el cuidado del patrimonio medio ambiental del país y más lejano de las empresas y la defensa de proyectos que en el momento de emergencia climática que enfrentamos resultan completamente inadmisibles”, puntualizó.
Desde la organización Chao Pescao advirtieron que seguirán movilizándose y avanzando “en el impulso de un área marina protegida real con el fin de preservar actividades sustentables como la pesca artesanal y el turismo”, señaló Cristóbal Díaz de Valdés.
El proyecto minero portuario Dominga fue rechazado por la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo en marzo 2017, por presentar una deficiente línea de base para el medio marino, poner en riesgo las reservas marinas de la zona, y por presentar medidas de mitigación insuficientes, entre otros argumentos. En agosto de ese mismo año, y por las mismas razones, el Comité de Ministros confirmó el rechazo. Posteriormente, Andes Iron reclamó ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta, instancia que determinó que el rechazo no cumplió con el proceso administrativo y ordenó que el proyecto se volviera a votar en la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo. Ante tal sentencia, organizaciones locales y medio ambientales interpusieron recursos de casación alegando que el fallo del Tribunal Ambiental no se pronunció sobre los aspectos técnicos.
Dominga consideraba la construcción de dos minas a rajo abierto para la extracción anual de 12 millones de toneladas de hierro y 150 mil toneladas de concentrado de cobre en sólo 26,5 años de vida útil. Además, incluía un puerto de embarque que se ubicaría a 10 kilómetros del puerto Cruz Grande de CAP. Ambas industrias, se emplazarían en el centro del Archipiélago de Humboldt, donde se encuentran las reservas marinas Islas Choros y Damas e Isla Chañaral, y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, que alberga el 80% de la población mundial de esta especie. Asimismo, es zona de reproducción, alimentación y migración de animales como el chungungo, el pato yunco, las ballenas azul y fin, todos en peligro de extinción.
Desde la Higuera, han celebrado la noticia dada a conocer por la Corte Suprema. Rosa Rojas, presidenta del Movimiento en Defensa del Medioambiente, MODEMA, afirmó que “seguiremos adelante hasta sacar este proyecto de un lugar que es patrimonio de todos los chilenos”.
Recordemos que en la misma zona donde pretendía instalarse el mega puerto de Andes Iron, hace más de 10 años se ha intentado generar un Área Marina Protegida de Múltiples Usos, debido a la riqueza marina de la zona, una de las más importantes de toda la corriente de Humboldt. La propuesta, que fue entregada por Oceana, fue sociabilizada por la comunidad y se mantiene a la espera de ser aprobada por las autoridades medioambientales del país.
Alianza Humboldt está formada además por las organizaciones Oceana, Greenpeace, Sea Shepherd, Parley, Chao Pescao, Fundación Terram, Chile Sustentable, ONG FIMA, Defensoría Ambiental, Geute, Ecosistemas, Fundación Jane Goodall, Ayni, Chinchimén, Fundación Relaves, Aula de Mar, Panthalassa, Codesa y C-Verde; junto a agrupaciones de la zona en conflicto coordinadas a través de Alianza Humboldt Coquimbo-Atacama, la cual está compuesta por Defensa Ambiental IV Región, MODEMA y Sphenisco, y otras 90 organizaciones regionales.