Junto a las reuniones, se configuró un estudio que, de ser financiado, entregaría claridad respecto a la dimensión completa de la zona arqueológica, lo que buscan evitar la intervención.
Hace un año y 3 meses la comunidad diaguita viene desarrollando arduas sesiones de trabajo con diversas autoridades regionales y comunales, con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia ancestral del Sitio Arqueológico y, con ello, evitar la construcción de la carretera que conectaría a La Serena con Vallenar en la Ruta 5.
El intento por sostener un diálogo con el Gobierno en torno al resguardo de este territorio se les ha perjudicado en más de una ocasión. Es así que el 24 de agosto de 2018 finalizan la mesa que habían conformado con el seremi de Obras Públicas, Pablo Herman y la retoman en octubre del mismo año con el seremi de Desarrollo Social, Juan Pablo Flores, con el objetivo de lograr un acuerdo multidisciplinario sobre el proyecto y el resguardo del sitio. “Pedimos un documento de todos los aspectos ingenieriles que podrían ser dañinos para el sitio y donde se establecería la carretera, pero esos profesionales nunca llegaron y en la segunda mesa tuvimos que pedir la colaboración de los profesionales de algunas instituciones como el Colegio de Arquitectos, de Arqueólogos, académicos de la Universidad de La Serena, Nancy Iriarte fundadora de las Escuelas de Arte y de gente con conocimiento y larga trayectoria en temáticas indígenas para que nos apoyaran en esta área”, explicó Carolina Herrera Rojas, presidenta de la Asociación Indígena Cultural Elqui.
Desde su reconstitución, las conversaciones que se han sostenido se relacionan a la zona de conservación histórica para el Sitio El Olivar y en abril se conforma una mesa integradora con el alcalde Roberto Jacob, donde participaron los concejales Luis Aguilera y Félix Velasco y se invitó a representantes de Vialidad y MOP, consejero regional Javier Vega, representantes de la seremia de Desarrollo Social, Consejo Regional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y representantes del Consejo de Monumentos Nacionales.
“Creemos muy importante trabajar en conjunto en la conservación del sitio y ojalá se defina de una vez por todas qué va a pasar con la carretera. Seguiremos trabajando en esto, porque no es cualquier descubrimiento, el pueblo tiene derecho a decidir en esto y permitir que sus ancestros descansen como corresponde. Con este descubrimiento se podrán escribir páginas en blanco de nuestra historia, por eso no queremos que los restos arqueológicos se sigan yendo, eso se debe mantener en su tierra”, enfatizó el alcalde Roberto Jacob.
Si bien desde el MOP y Vialidad presentaron la opción de hacer un trazo de doble vía a ambos costados del sitio, Herrera menciona que eso no forma parte de sus expectativas. “Eso no lo hemos pedido, ya que no sabemos con certeza donde termina el sitio arqueológico, por eso solicitamos este estudio acucioso por parte de nuestros colaboradores de la escuela de arquitectos para presentar una tercera o cuarta alternativa, quizás una carretera que pase por otro lado”.
Por esto, durante la última mesa desarrollada en el Salón de Sesiones del municipio de La Serena, se presentó el presupuesto de este estudio que busca determinar las hectáreas definitivas del territorio. “Tampoco podemos sustentar ideas en base a una quimera o tener idealizaciones oníricas, lo que pedimos son cosas sentadas y que tengan posibilidades de realizarse, si hay forma de construirse en otro tramo que no afecte a este espacio, porque no son solo las 2,5 hectáreas que establece el MOP y Vialidad, es mucho más que eso”, puntualizó Herrera.
Entre las personas que conforman la representatividad de la mesa diaguita, se encuentra Berlín Barraza, representante de la comunidad Domingo Caucán de La Serena, Anita Godoy, presidenta de la Asociación Diaguita Macay Cacán, Marcia Olivares, cacique de Elqui, Limarí y Choapa y del clan de la comunidad Taucán, representantes de las comunidades de Ovalle, Marcia Alvanéz y Mónica Astudillo, comunidad de Canelilla y la comunidad de Eleazar Maluenda, independientes. “Lo que buscamos con estos diálogos es sostener un compromiso con todas las entidades formales que conforman el aprecio por el sitio y quienes le puedan dar sustento legal para tener una salvaguarda”, indicó Herrera.
Petitorio
Son casi 90 mil los diaguitas autoreconocidos con certificación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), quienes no cuentan con un territorio propio y reconocido por el Estado. “Se reconocen como sectores de los diaguitas algunos territorios como el Huasco o El Transito, pero esto es mucho más amplio”, declara Herrera y menciona que el principal objetivo de la mesa es solicitar designación de territorio para la comunidad diaguita, entre Copiapó y Aconcagua. “Sin que se nos establezca el reconocimiento territorial, tenemos menos posibilidades de poder defender nuestra tierra”, señala.
Junto a ello, luchan por el reconocimiento de 200 apellidos que se encuentran en tramitación por la Conadi, apellidos que por el proceso de colonización se castellanizaron, pero que tienen origen indígena. “Lo segundo es el reconocimiento territorial a través de los linajes de las herencias de la homogénesis”, comentó.
Finalmente, como ellos mencionan, continuarán en esta senda “respetuosa”, para que el Estado se haga cargo de la invisibilización permanente que han sufrido como pueblo, que reclama una afectación y profunda vulneración de sus derechos.