Denuncian condiciones precarias y mala gestión por parte de la municipalidad.
Este martes 30 de abril cerca de 400 alumnas y apoderados de la Escuela San Rafael de Rozas marcharon por las calles de Illapel exigiendo mejoras en el establecimiento.
Según nos comenta la Presidenta del Centro General de Padres, Natalie Carvajal, el terremoto del año 2015 causó graves daños en la infraestructura del establecimiento, ocasionando que sea calificado como inhabitable.
Carvajal agregó que los problemas se extienden hasta el presente año debido a una mala gestión por parte de la Municipalidad de Illapel para terminar las obras de mejoramiento que se debían realizar en el establecimiento educacional.
Los apoderados informaron que el año 2015 se realizó un estudio de daño del edificio, lo que determinó que el establecimiento no podía ser utilizado y se tomó la determinación de instalar una escuela modular en dependencia del estadio municipal de la comuna.
Entre las denuncias que motivaron la marcha fue la presencia de ratones, filtraciones de agua lluvia, gomas de sujeción gastadas, patio de prebásica de tierra (no terminada), falta de biblioteca, falta de espacio en el comedor, aires acondicionados dañados, entre otros.
Previo a la marcha, los apoderados denunciaron amedrentamiento por parte de funcionarios del DAEM, perteneciente a la Municipalidad de Illapel, quienes amenazaron con dejar sin almuerzo a las alumnas que participaran de este evento, además de preguntar los motivos del retiro de las estudiantes y presionando para que esta no se llevara a cabo.
La actual Presidenta del Centro de Padres y Apoderados señaló que luego de dar aviso de la movilización, el municipio gestionó inmediatamente la reparación del internet y la instalación de focos en el exterior del establecimiento provisorio, sin embargo estas fueron soluciones provisorias y a pesar del paso de los años, aún no se ve una solución definitiva al problema de fondo, que es la reparación del edificio original.
Además consideraron una falta de respeto por parte del municipio que les cerraran las puertas cuando se dirigían a entregar un petitorio al alcalde, no obstante y pese al desaire, destacaron la actitud del gobernador provincial Juan Pablo Gálvez Lillo, quien salió desde su oficina para conversar con las alumnas de los problemas que están viviendo.
Finalmente los apoderados sostuvieron que llevan más de cuatro años esperando que finalicen los trabajos de mejoramiento, que por una serie de malas gestiones, no se ha concretado, por lo que consideran inaceptable esta situación y culpan de falsas promesas al alcalde Denis Cortés.