No es casualidad que Chile tenga un alto índice de contagio de VIH, es que recién en el año 2010 la educación sexual comienza a tener un carácter obligatorio en los colegios, siendo nuestro país el último de Latinoamérica en hacer de la educación sexual una materia obligatoria bajo la ley 20.418, sin embargo, aún no se tiene un plan sobre cómo implementar la discusión en los establecimientos, por lo que es necesario no pausar más el tema. No es menor que Chile fuera el país con menos avance en la prevención mediante la educación sexual entre el 2008 y 2015 de los 16 países que se sometieron al estudio de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF).
Otra de las aristas que hacen de Chile un país propicio para el contagio de enfermedades de trasmisión sexual (ETS), es el extremado conservadurismo que poseemos como sociedad, que si bien es cierto hoy en día esta realidad está cambiando, sin lugar a duda el tema sexual sigue siendo un tabú para muchos, siendo el conservadurismo clave en el poco avance que poseemos en esta materia debido a que en los ambientes familiares y en colegios simplemente se habla poco respecto al tema.
La educación sexual se hace primordial para enfrentar la problemática, estas enfermedades hoy en día no discriminan clase social, nivel educacional, raza o edad, no podemos seguir con una venda intentado no mirar la realidad, el avance del contagio de VIH es alto y es necesario educar a las nuevas generaciones desde temprana edad, la vida sexual de los jóvenes comienza cada vez antes y cada vez más libre, sin tener conocimiento de los riesgos que se corren al no usar la debida protección, teniendo más miedo al embarazo que al contagio de ETS.
La solución radica en un mayor conocimiento de las enfermedades, sus formas de contagio y las causas de ellas, cosa que sólo se puede lograr con mayor y mejor educación sexual. Es necesario entregar herramientas a docentes, apoderados y sociedad en general para afrontar la problemática del contagio de ETS, debemos como sociedad educarnos y ser conscientes de nuestra sexualidad, un desafío no menor, pero sin lugar a dudas un desafío que nos corresponde a todos aceptarlo y responsabilizarse.
Juan Pedro López
Sociólogo
Universidad Central La Serena