Gremio constructor dio a conocer que a junio de este año habían aumentado en siete las iniciativas catastradas en las tres comunas, totalizando 161.
Uno de los compromisos que adquirieron las nuevas autoridades de Gobierno con los gremios productivos de la región -cuando asumieron en marzo- fue promover una agenda de reactivación económica que le entregara dinamismo a una zona fuertemente afectada durante los últimos años por el desempleo y la falta de inversión. Lo cierto es que, a ocho meses de ese anhelo, en materia inmobiliaria se ve un cambio positivo.
Esto, luego que la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) La Serena diera a conocer los resultados del Catastro Inmobiliario 2018 que establece una radiografía del número de proyectos residenciales que existen en las comunas de La Serena, Coquimbo y Ovalle. Y en esta ocasión se contempló un repunte, al menos cuantitativo, ya que se pasó de tener 154 iniciativas el año pasado a 161 en el actual ejercicio. “Hemos observado una mejora en las condiciones de inversión, más movimiento en los bancos y mejores condiciones de las personas para adquirir una propiedad”, aseveró el presidente del Comité Inmobiliario y Vivienda del gremio, Juan Pablo Tristain.
Precisamente, esta instancia gremial mandata desde el año 2011 a la Unidad de Estudios de CChC La Serena para que ejecute este producto que permite tomar decisiones estratégicas y conocer el mercado inmobiliario en variables como número de proyectos, unidades totales, stock disponible, tipologías de vivienda, sectores con mayor potencial y tramos de venta.
En cuanto a las unidades totales de vivienda, éstas también aumentaron, yendo de la mano con el incremento de proyectos. Es así como a julio de este año se contabilizaron 16.644, es decir, 600 más que en 2017. Con relación con el stock disponible, que son las propiedades que están habilitadas para la venta, se pasó de 6.538 en 2017 a 6.330, lo que refuerza la idea de un escenario favorable para el sector en lo que va del año.
LA SERENA SIGUE LIDERANDO
Según el Catastro Inmobiliario 2018, La Serena posee 86 proyectos que representan 8.413 unidades, o sea, un 1,7% más que la anterior entrega. En el caso de Coquimbo, los proyectos contabilizaron 59 y totalizaron 6.312 unidades, es decir, un 2,7% más que el año pasado. Finalmente, Ovalle logró 16 iniciativas que se relacionan con 1.919 unidades, un 18,5% más que en la versión pasada.
Sergio Quilodrán, presidente de CChC La Serena, analizó el escenario e hizo un llamado a no descuidar el ordenamiento territorial. “Vemos una conurbación La Serena – Coquimbo fuerte que se sigue expandiendo en material residencial, lo que habla de los atributos que se posee y las características que seduce a más familias a establecerse en la zona, sin embargo, ese crecimiento puede verse afectado en el mediano plazo si no somos capaces de actualizar los instrumentos de planificación que datan de 2004 y 1984, respectivamente, y que se encuentran absolutamente obsoletos”, expresó el directivo.
Mención aparte tuvo para la capital provincial de Limarí. “Ovalle fue la única comuna que aumentó proyectos, unidades, número de casas y número de departamentos. Esto no sólo se explica por las condiciones propias de una comuna que crece, sino que también porque es la única de la región que actualizó su plan regulador. Con reglas claras, certezas jurídicas y una visión estratégica se ha posicionado como una plaza inmobiliaria interesante”, aseveró Quilodrán.
¿CRECIMIENTO EN ALTURA O SUPERFICIE?
La investigación que realizó durante meses la Unidad de Estudios de CChC La Serena dio cuenta de la consolidación de los barrios de la zona oriente de la capital regional, pues allí se ubica el 77% de las unidades totales de casas y el 60% de los departamentos. Lo mismo sucede en Coquimbo donde el 100% de las viviendas en superficie se emplazan por sobre la cota de la Ruta 5 Norte. Eso sí, hay una excepción y se da con la construcción en altura del área poniente de Coquimbo, que se posiciona con el 52% del total.
Este contexto se condice con la apuesta de las autoridades comunales de asignar densidad a sus cartas reguladores, de manera de no expandir en demasía el límite urbano, pues esto conlleva altos gastos operacionales y de servicios básicos.