La neurogastroenterología es una disciplina que cobra protagonismo en Chile, cuya capital registra una de las mayores tasas de trastornos funcionales del tubo digestivo a nivel mundial.
El dolor abdominal crónico y las molestias digestivas son solo algunos de los síntomas más característicos de los pacientes que deambulan por años en busca de un diagnóstico y un tratamiento.
Un 26% de incidencia de colon irritable afectaría a la población de Santiago, una de las tasas más altas a nivel mundial. Así lo aseguró la Agrupación Chilena de Neurogastroenterología, filial de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE). La neurogastroenterología, como disciplina científico-médica, cobra protagonismo en el Chile actual y ofrece tratamientos multidisciplinarios.
En opinión de la doctora Claudia Defilippi, presidenta de la Agrupación Chilena de Neurogastroenterología, el colon irritable es una enfermedad de alta prevalencia. “Al parecer hoy existe mayor conciencia, no es que las cifras se hayan elevado. Antes se pensaba que era una enfermedad de origen sicológico, pero hoy sabemos por estudios, que se debe a alteraciones en algunos neurotransmisores que funcionan a nivel digestivo y de la interacción entre el cerebro y el intestino”.
La neurogastroenterología es una rama joven de esta especialidad, que ha surgido en los últimos años y que se dedica a dos grandes grupos de enfermedades. Primero, a aquellas relacionadas con la motilidad digestiva, las enfermedades en que por alguna razón afectan el movimiento normal de alguna parte del tracto digestivo, entre ellas trastornos del esófago, trastornos del estómago, problemas de movimientos intestinales tanto del intestino delgado como del colon. En un segundo grupo, aborda las enfermedades funcionales y alergias alimentarias e intolerancias.
La Agrupación Chilena de Neurogastroenterología, es una organización con más de 11 años de trayectoria, dedicada a promover el conocimiento y la investigación en el área de la motilidad digestiva y enfermedades funcionales digestivas, entre ellas: colon irritable, reflujo, intestino irritable, constipación funcional, diarrea funcional, dispepsia funcional y trastornos de la microbiota.
“Los exámenes en el caso de las enfermedades funcionales tienen ciertos grados de limitación y la neurogastroenterología ha desarrollado pautas que antes no existían. Hemos logrado diagnosticar los cuadros de una forma estandarizada y existen especialistas dedicados a esta área, que buscamos un tratamiento integral de patologías como el colon irritable”, asegura la Dra. Defilippi. El tratamiento incluye la intervención multidisciplinaria de gastroenterólogos, nutriólogos, psicológos, psiquiatras e incluso algunas terapias alternativas como mindfulness.
Para la especialista, lo importante es llegar a un diagnóstico apropiado usando criterios objetivos, de forma de medir en detalle los trastornos graves de motilidad, como la gastroparesia (retardo del vaciamiento gástrico sin causa obstructiva) y la pseudobstrucción intestinal crónica (trastorno severo de la motilidad del intestino, entre otros aspectos). Si bien algunos medicamentos ayudarían a resolver el problema de motilidad, existen aspectos de sensibilidad y dolor, que deben ser abordados desde otro enfoque, interviniendo con antidepresivos, antibióticos, prokinéticos y moduladores de la flora, según cada caso.
Defilippi asegura que el síndrome de intestino irritable tiene diversas causas, entre ellas una alteración del eje cerebro-intestino, cambios en la microbiota intestinal, hipersensibilidad visceral, entre otras. El perfil de paciente se asocia a personas que conviven con el dolor abdominal y tienen en general alta restricción en sus hábitos alimenticios, deambulando por años en el sistema de salud sin un diagnóstico preciso. “Muchas veces, un paciente llega a la consulta con el diagnóstico de colon irritable, sin saber que sus molestias se deben a una alergia alimentaria o son intolerantes a algún alimento. Parte importante del rol del neurogastroenterólogo, es tener empatía con el paciente, acogerlos y evaluar si se trata de una patología orgánica o funcional”, asegura la vocera de la Agrupación Chilena de Neurogastroenterología.
Chile hoy es parte de una red colaborativa en Latinoamérica para avanzar en las materias de la neurogastroenterología. La actualización de sus distintas enfermedades será abordada en el XLV Congreso Chileno de Gastroenterología, en el marco del 80º aniversario de la SChGE, que se desarrollará en Puerto Varas, entre los días 27 y 30 de noviembre. Chile, Argentina, México, Uruguay y Brasil son solo algunos de los países de la Región, con mayores progresos en Neurogastroenterología.
“Si bien existen muchas prioridades en salud, es importante mejorar el manejo de patologías tan prevalentes como el colon irritable. Este año, por primera vez, el Congreso de Gastroenterología incluye dos bloques dedicados a nuestra disciplina, lo que da cuenta de la importancia de las enfermedades que involucra”, concluyó la Dra. Claudia Defilippi.