El académico de la Universidad de Santiago Víctor Salas sostiene que pese al incremento de un 0,2% de la desocupación, la tasa de 7,2% del trimestre abril-junio se encuentra en un rango “aceptable” para esta época del año.
Además, interpreta que la presión que acusa el mercado laboral, con el aumento de 2,2% en la fuerza de trabajo, se debe a una mejor evaluación del funcionamiento de la economía, por lo que las personas manifiestan su deseo de incorporarse al trabajo. Respecto al anuncio de cierre de diversas empresas, considera que el efecto será contrarrestado con la expansión en sectores como la construcción, la agricultura y el comercio.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó este martes que la tasa de desocupación del trimestre abril-junio de 2018 fue de 7,2%, configurando un aumento de 0,2 puntos porcentuales en doce meses. La cifra superó las expectativas de los analistas, que se situaban en el entorno de 7%, y se dio en un contexto en que diversas empresas anunciaron su cierre –como Iansa o Maersk-, mientras que otras declararon estar en quiebra, como Pastas Suazo o la Constructora CIAL.
Sin embargo, para el economista y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago, Víctor Salas, estas cifras son normales para esta época del año, por lo que no se avizora un empeoramiento drástico en el corto plazo. “Las cifras están en el rango aceptable del desempleo, entre 6,5% y 7,2%, tasas en las que hemos estado regularmente en los últimos años. Incluso, cuando crecíamos a tasas decrecientes, también se mantenía la tasa fluctuando en 7,1% y 7,2%. Esto es relativamente normal”, afirma.
A su juicio, a pesar de la crítica situación de las empresas mencionadas anteriormente, la economía nacional sigue expandiéndose y evidencia una mayor demanda por bienes de consumo. Además, considera que el efecto que provoquen dichas compañías en la economía se ajustará a lo largo del año, con medidas paliativas que brindarán trabajo a las personas que, actualmente, están perdiendo sus empleos.
“No habrá un incremento notable de la tasa de desempleo. Probablemente, el próximo trimestre incluido el mes de julio será de 7,2% o 7,1%, porque ese mes comienza a expandirse la construcción, el sector agrícola y el comercio, actividades para las que se requiere contratar más gente. Los despidos serán contenidos por estas actividades que ya comenzaron a expandirse en julio”, asegura.
Finalmente, indica que la presión que acusa el mercado laboral, con el incremento de 2,2% en la fuerza de trabajo, no es una cifra negativa en sí, ya que representa un mejoramiento en la perspectiva de las personas respecto a cómo se está comportando la economía nacional. “Esto tiene que ver con las expectativas de la población respecto a querer incorporarse a la fuerza de trabajo en la perspectiva de que la economía estaba mejorando o aparecía con mejores datos entre el primer trimestre y parte del segundo”, concluye.