El Superintendente Mario Farren citó esta tarde a los gerentes generales de los principales emisores del país para tratar la situación general de los riesgos operacionales enfocados en ciberseguridad.
Una reunión que tuvo como objetivo tratar los desafíos en materia de ciberseguridad que enfrenta el sistema financiero chileno, desarrolló la tarde de este martes el Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Mario Farren con los gerentes generales de las empresas no bancarias que son emisoras y operadoras de tarjetas de crédito del país.
La reunión fue citada por la máxima autoridad de la SBIF y tuvo como eje las diferentes acciones que ha tomado en esta materia, luego de los incidentes que han afectado al sector bancario tanto en materia de intrusiones como la reciente divulgación de los datos de las tarjetas.
Asimismo, se relaciona con las instrucciones impartidas por la SBIF a los bancos en torno a la adopción de medidas concretas relacionadas con la ciberseguridad, incluyendo entre ellas la actualización de los sistemas operativos de cajeros automáticos y la renovación de tarjetas, agregando a la banda magnética, la tecnología chip.
Durante su desarrollo, el Superintendente Farren planteó que los emisores no bancarios cubren un segmento de la población distinto al de los bancos, en muchos casos, y cumplen un rol importante en inclusión financiera. Destacó además que como los primeros, están expuestos a riesgos operacionales, de ciberseguridad y reputacionales que podrían eventualmente, tener efectos sistémicos.
La reunión permitió, además, que el Superintendente hiciera extensivo su mensaje de “nadie está exento de un ataque electrónico o digital”, y por tanto hizo un llamado a los participantes en la industria a tomar las medidas necesarias para la mitigación de los riesgos operacionales relacionados con la ciberseguridad.
La autoridad afirmó que “la filtración de datos se produjo en un comercio internacional, pero levanta la pregunta acerca de la solidez de los sistemas y resguardos de la información de los clientes de los retailers locales. Como hemos visto en estos días, el impacto que una filtración de datos puede tener en la reputación de una compañía puede ser alto, afectando seriamente sus compras. En un mundo en que el retail transita a un mundo digital, no físico, es más importante que nunca que los retailers financieros cuenten con adecuados sistemas de resguardo de la información”.
Por último, es importante señalar que a marzo 2018 y según estadísticas publicadas por SBIF existen 13 millones de tarjetas de crédito emitidas por bancos y 9,4 millones de tarjetas emitidas por empresas no bancarias vigentes, de las cuales un 30% ya tiene chip para mejorar su seguridad.