Hace unos días, los principales agricultores afectados del Limarí y Elqui formaron una alianza para sensibilizar y pedir soluciones a las autoridades pertinentes.
Hasta la Intendencia Regional llegaron los pequeños agricultores productores de uva de mesa de la comuna de Monte Patria y Vicuña, acompañados por el alcalde de los Valles Generosos; Camilo Ossandón Espinoza, para dar a conocer a las autoridades regionales sobre la crítica situación que se encuentran viviendo como productores de uva Flame.
La sequía, las posteriores heladas, su poca rentabilidad e incluso la competencia con el mercado de Perú y California; tienen a los productores de esta fruta preocupados respecto a su futuro, pues la uva, especialmente la Flame, no está siendo recibida en Estados Unidos debido a la aparición de variedades más resistentes y de mejor calibre.
El edil de Monte Patria se refirió al respecto “en el caso de la sequía pasaba que los agricultores producían parcialmente o no lo hacían durante un año y se les afectaba la calidad del producto, pero hoy es imposible seguir produciendo porque durante tres años los retornos han sido negativos para nuestros productores, ellos cada vez se van endeudando más y caemos en el riesgo de que la tierra quede en manos de solo grandes empresarios”.
Actualmente, los productores se encuentran endeudados con diversas instituciones y no tienen como conseguir más recursos para la etapa de cosecha, la cual se efectúa entre septiembre y enero, por lo que no habría temporada de packings.
“Es un problema gravísimo, porque esto está percutiendo en el empleo y en la situación económica de los pequeños agricultores, las exportadoras han cerrado la posibilidad de recibir nuestro fruto y ellos eran nuestro banco” indicó Mariano Rodríguez, productor del Elqui.
Por su parte, Juan Lagunas, representante de los agricultores del Río Huatulame en Monte Patria, señaló “estamos todos muy complicados, algunos asumiendo créditos personales, otros vendiendo sus maquinarias o su parte del agua, para tratar de pasar este año, en el cual no podremos dedicarnos a nuestra uva de exportación, sin embargo, no tenemos financiamiento”.
Entre las principales necesidades, a corto plazo, que los agricultores han presentado a la Intendenta, se encuentra la petición de capital de trabajo, asesoría técnica especializada en producción de uva de mesa para pasas y asesoría comercial para la venta.
“Estamos ante una situación en que nuestra agricultura necesita un recambio, necesitamos empezar a reconvertir la uva flame para un mejor desarrollo económico. Necesitamos realizar un plan de intervención, ya que necesitamos tomar medidas al corto, mediano y largo plazo. La situación es muy delicada” enfatizó la Intendenta Lucía Pinto.
La Región de Coquimbo cuenta con 2.400 hectáreas de vides de la variedad flame, exportándose 4 millones de cajas. Por tanto si se deja de producir la flame, la región dejará de percibir unos 40 millones de dólares con el consiguiente problema social que ocasionará la menos contratación de mano de obra, menos contratación de servicios como el transporte y menos impuestos para el Estado.
