Un programa educativo piloto, están desarrollando funcionarios del Departamento de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Coquimbo, quienes en el frontis del recinto que alberga a esa repartición, dieron forma a un huerto urbano orgánico, iniciativa que busca transformarse en un banco de semillas las que se contempla sean entregadas a la comunidad, para que esta las emplee con el fin de generar estrategias de autoproducción y consumo de alimentos vegetales sin utilizar fertilizantes ni pesticidas químicos.
En el huerto fueron sembradas verduras de la estación, como zanahorias, espinacas, acelgas o tomates; además de hierbas medicinales. La idea es que una vez que estas especies crezcan, las semillas – que son 100% orgánicas-, sean reutilizadas para semillero orgánico y reproducidas para trabajar empleadas en talleres de realización de huertos efectuados en las juntas de vecinos. Esto, con el objeto que los participantes adquieran conocimientos que les permitan elaborar una huerta urbana en sus hogares que asegure el acceso a productos de la canasta básica.
La iniciativa se enmarca de la estrategia ambiental municipal en el área de educación, impulsada por el Departamento de Gestión Ambiental, y enmarcada en los lineamientos municipales en el área de cuidado del medio ambiente, impulsados en la gestión del Alcalde Marcelo Pereira Peralta, con respaldo del Concejo. De acuerdo a Pedro Véliz, Jefe del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad “esta es una iniciativa del equipo, elaborada en base a algunos datos estadísticos respecto a los tipos de alimentación del coquimbano y lo que gasta en fruta y verdura. De esta manera, comenzamos con la plantación de especies, para hacer un banco de semillas orgánicas y generar una instancia que facilite el autoconsumo en la comunidad y promueva una alimentación saludable”.
El encargado agregó que “estamos en una fase preliminar del programa, elaborando la temática de los cursos, con lo que necesita la comunidad. Una vez que tengamos los temas, nos pondremos en contacto con las juntas de vecinos a través de los delegados y gestores territoriales para comenzar la inscripción de los talleres de elaboración de huerto y lo que ello implica, como preparación de suelo, compostaje, lombricultura, reciclaje, aprovechamiento de aguas grises, entre otros aspectos”.
“La idea es que los participantes inscritos, puedan tener una huerta orgánica, y con ello, una buena calidad de vida en materia alimenticia, junto con ayudar a solventar la canasta básica. Con este programa, buscamos generar beneficios para las personas en el mediano plazo en distintos ámbitos como alimentación, salud, consumo responsable, saneamiento ecológico, desarrollo social, participación ciudadana, economía familiar, entre otros” concluyó.
Los huertos urbanos orgánicos, son espacios donde se cultivan alimentos del uso diario lo más cerca posible a los residentes del lugar. Por lo general se cultivan hortalizas, plantas aromáticas y medicinales y hasta árboles frutales, si el espacio lo permite.
