En el mundo entero existen 195 millones de mujeres afectadas por enfermedad renal crónica. A mayor índice de masa corporal, existe mayor riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedad renal crónica.
Entre los días 7 y 13 de mayo, se realizará la Semana del Riñón, una iniciativa nacional que busca generar conciencia sobre la prevención de enfermedad renal en la comunidad, liderada por la Sociedad Chilena de Nefrología y la Fundación Pro Salud Renal, y en este sentido, expertos en dietoterapia clínica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica, advierten la alerta sobre la relación entre enfermedad renal y obesidad, con especial énfasis en mujeres.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2016- 2017, 3 de 4 chilenos tiene problemas de malnutrición por exceso. 45.1% de los mayores de 45 años presenta hipertensión arterial, 3.3% obesidad mórbida (principalmente mujeres), 31.2 % obesidad y 39.8% sobrepeso.
Para Clara Molina, nutricionista renal de la UC y jefa de Programa del Curso en Manejo Dietoterapéutico del Adulto con Patología Renal Crónica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la enfermedad renal crónica es más frecuente en mujeres, llegando a 195 millones las afectadas en el mundo y existe evidencia científica que demuestra una relación entre la obesidad y el desarrollo de enfermedad renal. “Glomerulopatías, nefropatía diabética, hipertensión arterial y malformaciones congénitas, son las enfermedades renales de mayor prevalencia. A mayor índice de masa corporal, existe mayor riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedad renal crónica”, asegura Molina.
La Semana del Riñón es una campaña educacional dirigida a la comunidad, que además cuenta con el apoyo de la Sociedad Chilena de Enfermería en Diálisis y Trasplantes y la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile, entre otros.
La experta señala la importancia de partir por la prevención de la obesidad mediante cambios de hábitos de vida saludable que incluyan alimentación y ejercicio. En aquellas personas que ya padecen de alguna enfermedad renal, las adecuaciones nutricionales son particulares a cada caso, pero –según la especialista- en términos generales, se recomienda una dieta baja en calorías, baja en proteínas, sin sacarosa y fructosa añadida en caso de los pacientes diabéticos e hiposódico.
La Pontificia Universidad Católica de Chile a partir de su carrera de Nutrición y Dietética, busca fortalecer los conocimientos de intervenciones nutricionales en pacientes renales, y generar conciencia en el segmento de mayor riesgo, como son mujeres obesas y con sobrepeso.
En Chile, la Enfermedad Renal Crónica afecta en un 14.5 % a mujeres y un 7,4% a varones, y a nivel mundial es la octava causa de muerte en mujeres, provocando más de 600.000 muertes femeninas cada año. Tanto ambientes clínicos como académicos han encendido la alerta por revertir y prevenir estos indicadores, ya sea a través de programas de alimentación saludable como en el desarrollo de nuevos y mejores protocolos nutricionales en ambientes escolares y laborales.
“Cuando pensamos en enfermedad renal lo primero que se nos viene a la mente es la sal, en cómo aprender a mirar las tablas nutricionales y el etiquetado de los productos envasados y procesados, prefiriendo aquellos bajos en sodio, o bien cocinar con no más de una tapita de lápiz de sal en las preparaciones de todo un día por persona; pero muchos desconocen que la obesidad desarrolladas por exceso de grasas, azúcares y carbohidratos, tiene directa relación con el desarrollo de enfermedad renal crónica. Es hora de tomar conciencia”, concluyó la nutricionista renal de la UC.